Entre dequeísmos y desdenes a la prensa, Moratinos desmiente que España quiera imponer sanciones a los socios de la Unión Europea y defiende su acercamiento a Cuba

El desayuno con la prensa mantenido esta mañana por Miguel Ángel Moratinos tuvo un aforo muy escaso. La nieve ha sido la causa de que no pudieran asistir ni siquiera algunos de los “vips” socialistas invitados.

Al ministro, que estrena presidencia europea, sólo le ha acompañado un miembro del Gabinete, Cristina Garmendia. Otros asistentes destacados, además de los secretarios de Estado, fueron el presidente del Congreso, José Bono; el JEMAD, Julio Rodríguez; el defensor del pueblo, Enrique Múgica, y numerosos embajadores acreditados en España.

El desayuno, como reconoció el ministro en diversas ocasiones a lo largo de su intervención, se le presentaba como un envite difícil, dadas las críticas recibidas en la prensa internacional a propósito de la presidencia semestral de la Unión Europea, la posición española respecto a Cuba, el secuestro de los cooperantes españoles en Mauritania y otros asuntos que han puesto de actualidad a su Ministerio.

El ministro no leyó su intervención, de aproximadamente tres cuartos de hora, ni la llevaba preparada. Esta falta de preparación de sus discursos es una manera de ahorrar tiempo que tiene el ministro y que desagrada mucho a los miembros de su ministerio, ya que el discurso se vuelve, a la vez, redundante y errático. También destacan los errores gramaticales del ministro, quien cayó en el dequeísmo al menos cuatro veces a lo largo del desayuno (comprender de que, constatar de que…), y que también adoptó giros tan discutibles como “puesta en aplicación”, frase que repitió varias veces.

Moratinos, que es hombre muy escéptico ante la prensa, se quejó con discreción en diversas ocasiones de la distancia que hay entre la realidad política y la versión que dan los medios. Lo hizo a propósito de Marruecos, a propósito de Cuba, de Guinea Ecuatorial, de las relaciones con Venezuela y del programa de la presidencia española de la Unión.

Moratinos no confirmó visitas del Rey ni de Zapatero a la Casa Blanca de Barack Obama, afirmó que España estaba a punto de recibir a dos presos de Guantánamo, y calló en dos ocasiones al ser preguntado sobre los secuestrados en Mauritania. Asimismo, negó que España pagara rescate alguno ni por este secuestro ni por el del pesquero Alakrana.

El ministro matizó las declaraciones de Rodríguez Zapatero, desechando la imposición de sanciones a los países de la Unión Europea que incumplieran la Estrategia 2020. También, en dos ocasiones, bromeó primero y defendió después su posición de apertura hacia Cuba, por motivos de pragmatismo y, preguntado en concreto por el asunto, negó que su posición y la de Zapatero fueran distantes a propósito de la isla caribeña.

 

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