La amenaza sobre el futuro de Navarra está provocando que muchos que se marcharon y trasladaron la residencia vuelvan a empadronarse en su tierra
El fenómeno está aumentando. El temor a que su tierra, Navarra, pueda estar en peligro, amenazada por el intento de anexión por parte de Euskadi, con la pasividad e incluso el visto bueno del PSOE, está movilizando a muchos navarros que viven fuera.
El dato es que numerosos navarros, y sus familias, que abandonaron la región por diversos motivos, sobre todo por causas de trabajo pero también por viejas amenazas de ETA, se han planteado regresar a su tierra, al menos de una forma legal que les permita, en el futuro, poder votar.
Así, empieza a ser frecuente que esas personas vuelvan a empadronarse otra vez en su localidad de origen, precisamente para “resistir” frente a los intentos de anexión por el País Vasco.
