Negociación del presupuesto de la UE: La pesimista reflexión de Solbes y la mueca de Zapatero con Blair y Sócrates, que van a lo suyo

Este jueves ha resultado una jornada de extrema dureza para el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores en Bruselas. Tras un intenso debate, el balance no ha resultado muy halagüeño. Fuentes cercanas a los protagonistas españoles en esta negociación confirman a El Confidencial Digital la débil situación de nuestro país. Mientras tanto, el ministro de Economía confirma los peores augurios.

Lo comentaba el propio Pedro Solbes en privado, hace muy poco, a uno de sus asesores: “Nos hemos quedado sin aliados sólidos en Europa y eso es un tropiezo serio”. Casi confirmando el parecer de Solbes, Zapatero y su equipo de asesores han visto especialmente distanciados ayer a Francia y Alemania, que ahora parecen “coquetear” con Londres. Nadie da la más mínima muestra de querer moverse de sus postulados.

Para complicar un poco más las cosas, José Luis Rodríguez Zapatero ha constatado en Bruselas las enormes dificultades de abordar una negociación tan exigente sin contar con un idioma común al resto de mandatarios.

La propuesta de la Presidencia, que fijó el techo del gasto en 871.000 millones de euros, ha sido plenamente aceptada. Se piensa que España ha sido quién más ha salido beneficiada históricamente en el reparto de fondos y ahora debe ponerse a tirar del resto. En este sentido, desde el entorno de Zapatero comienza a cobrar fuerza el convencimiento de la imprudencia de las declaraciones que cantaron las excelencias de la riqueza española.

Algunos analistas aseguran, por ejemplo, que regiones como Castilla La Mancha y Galicia van a salir del bloque de regiones calificadas como “pobres”, y con derecho por tanto a las generosas ayudas del denominado Objetivo I, “por hablar demasiado pronto”: “nos hemos declarado en el peor de los momentos, sin valorar que con las votaciones de Francia y Holanda todo ha cambiado en Bruselas de un día para otro”.

Además, la delegación española encabezada por Zapatero y Moratinos ha percibido ya en el Consejo la actitud hostil de Tony Blair, que –no hay que olvidarlo- recibió un duro insulto del actual ministro de Defensa, José Bono.

El primer ministro británico ha descubierto con gran satisfacción cómo su postura es de mucha más fuerza ahora que hace unos meses. En pocos meses han cambiado las tornas en los equilibrios políticos comunitarios.

Italia se está mostrando como una de las delegaciones más optimistas, expertos como son en duras, costosas y largas negociaciones. José Sócrates y Portugal esperan conseguir ventajas para su país y se distancian de Zapatero.