El PP ha sondeado a Francisco Álvarez Cascos sobre su posible vuelta a la política. Extrañeza en Génova por la ambigua respuesta del ex ministro
Desde hace un mes circulan voces que hablan de la posible vuelta a la política de Francisco Álvarez Cascos. Ante estos rumores, avivados con ciertas declaraciones a los medios del ex ministro de Fomento, miembros de las altas esferas de Génova se han puesto en contacto con el asturiano para “calibrar” la veracidad de estos rumores. La respuesta ha sido “desconcertante”.
Según han confirmado a El Confidencial Digital fuentes bien informadas, un alto cargo de la directiva nacional del Partido Popular, que “informa personalmente a Mariano Rajoy”, tuvo en fecha reciente una conversación telefónica con Álvarez Cascos sobre este asunto. El motivo: la publicación de unas declaraciones del ex ministro en la revista Época.
En esa entrevista, Cascos afirmó textualmente: “si me invitan a bailar, acepto”. Muchos interpretaron estas palabras como un deseo inequívoco del asturiano de regresar a la escena política.
Durante la conversación telefónica, que transcurrió en un tono de “absoluta cordialidad”, Cascos desmintió que esas declaraciones tuviera como contexto su posible vuelta y precisó que era parte de su respuesta sobre un proceso judicial iniciado por el grupo Prisa, tal y como puntualizó más tarde a diversos medios de comunicación.
Sin embargo, antes de terminar la llamada y cuando todas las dudas parecían despejadas, Álvarez Cascos dio un giro a su discurso e indicó a su interlocutor: “la tentación de volver sigue ahí”. Y añadió: mucho más, si cabe, al evidenciarse “la crisis interna que atraviesa el partido en Asturias”.
Las fuentes consultadas por ECD confirman que Álvarez Cascos está recibiendo continuos mensajes de antiguos compañeros de partido instándole a retornar a la política.
Sin embargo, un hipotético regreso de Álvarez Cascos como candidato a la presidencia del Principado de Asturias, por ejemplo, contravendría la estrategia de los ‘populares’ de cara a la elección de los nuevos líderes regionales. Rajoy quiere hombres o mujeres, jóvenes –de unos 40 años-, en pleno ascenso en su carrera política.
