Considera que el partido va camino de convertirse en una ‘Izquierda Unida bis’

Pablo Iglesias está en horas bajas: divisiones en Podemos y desengaños personales

Reconoce que lo está pasando mal porque hay agrupaciones que van por libre y las ‘pérdidas’ de Juan Carlos Monedero, Tania Sánchez...

Pablo Iglesias.
Pablo Iglesias.

Al secretario general de Podemos se le acumulan los problemas. Quiénes han hablado con él en los últimos días aseguran que el ex profesor de la Complutense está “hundido”, sobrepasado por las circunstancias. Ha comprobado que está perdiendo el control de la formación y que las extraordinarias expectativas electorales que tenía la formación morada hace unos meses se reducen.

El viento a favor que han tenido desde hace un año Pablo Iglesias y Podemos para convertirse en una opción de gobierno ha dejado de soplar. Esto es al menos lo que ha trasladado el líder de la formación morada a compañeros políticos con los que ha tratado en los últimos días, a quiénes ha reconocido que está pasando por uno de sus peores momentos.

“Admite que está hundido, muy deprimido por todo lo que está ocurriendo tanto a nivel personal como a nivel político. Piensa que lo que iba a ser un asalto a los cielos va camino de convertirse simplemente en la ocupación del espacio que tenía Izquierda Unida en los mejores momentos de Julio Anguita y los peores del PSOE”, aseguran quienes le han escuchado. Teme que Podemos acabe convertido en una ‘Izquierda Unida bis’.

El primer problema que está afectando a Iglesias son las disensiones internas dentro del reducido grupo fundacional de Podemos. A nadie escapan las diferencias entre Iglesias y el número dos del partido, Iñigo Errejón, sobre la estrategia a seguir por Podemos en las autonómicas y respecto al posible apoyo de la formación a Susana Díaz en Andalucía.

Tanto es así, que el líder ha tenido que salir públicamente hace unos días y admitir que “la campaña electoral la dirige Iñigo Errejón. Ninguna diferencia, ningún matiz, trabajamos juntos a muerte”.

Partido descontrolado

Las disensiones en la cúpula fundacional de Podemos se suman a la pérdida de control de las agrupaciones autonómicas y locales. “Iglesias reconoce que no puede dominar todo el partido en todas las autonomías. Y eso es justo lo que siempre ha temido y por lo que organizó el partido en torno a su figura y de manera vertical. Ahora ve cómo eso no lo controla”, explican fuentes cercanas a Iglesias.

En efecto, Andalucía es un ejemplo. Pero hay más. Las recientes palabras de los líderes del partido en Navarra, que no descartan un pacto con Bildu, comprometen la estrategia nacional de Iglesias. A esto se suma la decisión de Podemos País Vasco de incluir en el programa electoral la celebración de un referéndum para incluir la unión de Navarra a Euskadi.

“Iglesias es consciente de que es ahora o nunca, de que sólo van a tener una oportunidad de alcanzar el poder. Y todos sus esfuerzos por centrarse políticamente en quitarle votos al PSOE y ganar las elecciones están resultando infructuosos por propuestas extemporáneas como éstas”, explican estas fuentes. 

Pactar con el PSOE

Al final, explican las fuentes consultadas, Pablo Iglesias va constatando con temor cómo el futuro de Podemos se encamina irremediablemente a ocupar simplemente el espacio político que siempre ha ocupado Izquierda Unida. Todo este ruido genera desafecciones y apoyos necesarios para constituirse, efectivamente, en una alternativa real a los grandes partidos. Lo contrario –explica apesadumbrado- es convertirse en residual.

“Soñaban con sustituir al PSOE. Ese ha sido el único objetivo y hace unos meses confiaban ciegamente en conseguirlo. Pero de sustituir al PSOE como partido de gobierno, va camino de estar en la misma tesitura que siempre ha estado IU, también cuando él era asesor de Gaspar Llamazares: tener que decidir si pacta o no con el PSOE para que los socialistas gobiernen”, aseguran en el entorno del líder de Podemos. 

 

Por lo pronto, esa es exactamente la situación en la que se encuentra en estos momentos el partido en Andalucía, tras las elecciones autonómicas del 22 de marzo. 

‘Pérdidas’ personales 

A todo esto hay que añadir las ‘bajas’ personales que está sufriendo el líder de Podemos. Todo lo ocurrido con Juan Carlos Monedero y los casos de corrupción que han rodeado al número tres de la formación, que han provocado prácticamente su desaparición pública, inciden en la disgregación del núcleo fundacional del partido.

A nivel personal, Iglesias está afectado por la ruptura (sentimental y política) con Tania Sánchez, ex diputada regional de IU. “Tania Sánchez forzó la ruptura sentimental y ahora la relación es mínima: ella piensa que le ha abandonado políticamente y está despechada porque le ayudó a él en sus inicios”, aseguran estas fuentes.

Por si todo esto fuera poco, como ya contó este confidencial, la vida personal de Iglesias ha dado un giro de 180 grados, algo que tampoco le ayuda a superar la situación.

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