Problemas presupuestarios impiden que el Estado Mayor de la Defensa se traslade de Vitruvio a la “milla de oro” del Paseo de la Castellana

Es un proyecto que está en el Ministerio de Defensa desde hace algo más de un año, pero que no puede llevarse a cabo por la falta de dinero. La sede del EMAD se ha quedado pequeña porque cada vez tiene más competencias y los despachos se han convertido en “cajas de cerillas”.

El traslado del Estado Mayor de la Defensa a otras dependencias “más cómodas y sobretodo más grandes” parece que no acaba de cuajar. El proyecto está en el Ministerio de Defensa, según ha confirmado El Confidencial Digital en fuentes militares, pero no se pone en marcha, entre otras razones, por problemas presupuestarios.

Se hizo un estudio de cómo trasladar todos los servicios que son dependientes del Estado Mayor de la Defensa (cada día más) a otras instalaciones más apropiadas, ya que las responsabilidades que se le han ido atribuyendo al Jefe del Estado Mayor no han parado de crecer en los últimos años.

La zona elegida para esa nueva ubicación parecía ser la calle Joaquín Costa muy cerca del Paseo de la Castellana, en Madrid, donde está ubicada la Escuela Politécnica Superior del Ejército. Una zona calificada por fuentes militares como “la milla de oro” por el elevado coste del metro cuadrado.

El edificio que tiene el EMAD en la calle Vitrubio, al igual que las “ampliaciones” que se han ido haciendo se ha quedado pequeño. Los despachos “son auténticas cajas de cerillas”, según explican a ECD algunos militares que han trabajado en ellos.

Del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán, dependen ahora no sólo el Estado Mayor Conjunto (EMACOM) sino también el Mando de Operaciones y el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS).

A través del Mando de Operaciones el JEMAD controla, dirige y planifica todas las operaciones militares, incluyendo los ejercicios conjuntos con otros países y con organizaciones militares como la OTAN. Hasta la creación del CIFAS, cada ejército realizaba sus propios trabajos de inteligencia e información. Desde que todos ellos se unificaron pasaron a depender directamente del Estado Mayor.

Los estudios del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas son habituales, por ejemplo, cuando se va a poner en marcha una operación internacional, como ha sido el caso de Afganistán o Líbano.

 

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