Puigdemont dará por escrito la orden de abrir los colegios el 1-O: “Nos van a inhabilitar igual...”
Ha indicado a la consejera de Educación, Clara Ponsatí, que no esconda la decisión. “Mas y Homs intentaron disimular y no les sirvió de nada”
Carles Puigdemont ha logrado un acuerdo con Ada Colau para que los ciudadanos de Barcelona puedan votar el día del referéndum en locales propiedad de la Generalitat. No obstante, en otros municipios, por ejemplo los gobernados por el PSC, no va a tener facilidades. Por ese motivo, ha dado orden de abrir todos los colegios que dependan directamente de la consejería de Educación.
Según revelan a El Confidencial Digital fuentes bien situadas en el gobierno de Junts pel Sí, el presidente de la Generalitat está decidido a trasladar a todos los colegios electorales dependientes del ejecutivo autonómico por escrito la orden de que abran sus puertas el 1 de octubre. De esa forma, pretende evitar que los centros díscolos se nieguen a instalar las urnas del referéndum.
Puigdemont, reconocen desde el Govern, tiene muy presente lo ocurrido el 9-N de 2014, cuando no hubo ningún tipo de instrucción oficial y solo abrieron los colegios que quisieron. Una circunstancia que lastró la imagen de aquella consulta y que ahora no quiere que se vuelva a repetir: “Esta vez vamos con todo”, ha asegurado.
Así las cosas, ya ha pedido a la consejera de Educación, Clara Ponsatí, que prepare la orden escrita para trasladarla cuanto antes a los centros de enseñanza públicos, con el objetivo de que tengan todo dispuesto la próxima semana para recibir las urnas y que el referéndum se desarrolle con la máxima normalidad.
“Nos van a inhabilitar igual...”
Las fuentes consultadas por ECD explican que tanto Puigdemont como Junqueras no tienen ya ningún miedo a la inhabilitación. De hecho, lo dan por hecho, tanto para ellos como para el resto de los consejeros.
El propio president ha dejado claro a la titular de Educación, lo mismo que a otros miembros del Govern, que el hecho de no firmar por escrito una orden escrito no va a impedir que acaben siendo acusados ante la Justicia, puesto que todos y cada uno de ellos dejaron puesta su rúbrica en la convocatoria del referéndum el pasado 6 de junio.
Así las cosas, Puigdemont ha comentado que, tras haber firmado ese decreto, “nos van a inhabilitar igual”, hagan lo que hagan los miembros del Govern en los próximos días. Y por tanto, explican desde la Generalitat, “seguiremos adelante hasta las últimas consecuencias”.
El antecedente de Mas y Homs
Tanto el presidente como el resto de miembros del ejecutivo catalán dan por seguro la confrontación con el Gobierno central, que presentará ante la fiscalía denuncias contra todos ellos por saltarse la ley y la Constitución y desobedecer al TC. Y, con esa premisa, la conclusión es sencilla: “Vamos de cara, porque disimular no sirve de nada”.
En ese sentido, Puigdemont y Junqueras están recordando estos días que ni Mas ni Homs quisieron “firmar nada” el 9-N, y ‘vendieron’ el referéndum como un “proceso de participación ciudadana impulsado por la sociedad”. Una estrategia que, no obstante, no ha evitado que sean imputados, lo mismo que como la entonces titular de Educación, Irene Rigau.
La principal diferencia respecto al referéndum de hace tres años es que, en aquella ocasión, el Gobierno no decidió intervenir las cuentas de la Generalitat y encargarse de los pagos como va a ocurrir ahora.
No obstante, desde el Govern avisan de que esa decisión, anunciada este viernes por Montoro, no va a alterar la hoja de ruta prevista para el 1 de octubre.
