Rajoy lleva meses diciendo ‘no’ a las peticiones de Artur Mas de reunirse
Emisarios de la Generalitat están llegando hasta La Moncloa, donde reciben siempre la misma respuesta: “En verano podremos vernos, pero para hablar del modelo fiscal”
Artur Mas lleva desde finales de año solicitando, a través de emisarios de la Generalitat que se dirigen a La Moncloa, una reunión con Mariano Rajoy, con el objetivo de negociar las condiciones para celebrar el referéndum independentista en Cataluña. La respuesta desde Presidencia del Gobierno siempre ha la misma: solo habrá encuentro entre ambos dirigentes para hablar de un nuevo modelo de financiación autonómica.
Según ha sabido El Confidencial Digital, de fuentes cercanas a La Moncloa, las primeras propuestas de celebrar un reunión llegaron a Presidencia el pasado mes de noviembre, apenas unas semanas antes de que Artur Mas anunciase la fecha, el 9 de noviembre, y las preguntas que ha aprobado la Generalitat para la consulta.
Los sucesivos emisarios enviados desde Barcelona advertían de que el 'president' estaba ya negociando con las fuerzas políticas de Cataluña los detalles del referéndum, e insistían también en que esas conversaciones debían realizarse igualmente entre ambos gobiernos. Sin embargo, desde Moncloa la respuesta ha sido, sistemáticamente: “No hay nada que pactar” sobre un posible proceso independentista.
“No se puede negociar algo inconstitucional”
La ofensiva inicial de la Generalitat no se vio frenada por las primeras respuestas negativas. De hecho, después de que Artur Mas anunciase la celebración de la consulta el 9 de noviembre de 2014, representantes del ejecutivo autonómico volvieron a trasladar al equipo de Mariano Rajoy el interés de su presidente de concertar una reunión en privado.
Así lo también confirman a ECD altos cargos de CiU, que no obstante reconocen las dificultades que vienen encontrando para abrir una vía de negociación con Moncloa.
Las citadas fuentes aseguran que Mas esperaba que Rajoy aceptase un encuentro coincidiendo con la tramitación parlamentaria en el Congreso del anteproyecto para celebrar la consulta. La idea del dirigente catalán es que esa reunión se celebre el próximo mes de marzo. Sin embargo, “siempre hemos recibido evasivas por parte del Gobierno”.
Desde Moncloa explican que “es imposible negociar algo que es inconstitucional”. En ese sentido, aseguran que la interpretación que hace la Generalitat del artículo 150.2 de la Carta Magna es incorrecta, ya que “no se puede delegar la soberanía del pueblo español para decidir su futuro en una comunidad autónoma”.
El Gobierno ofrecerá a Mas en verano un nuevo modelo de financiación
Las fuentes gubernamentales consultadas por este confidencial dan por seguro que no habrá ningún encuentro Rajoy-Mas en los próximos meses, ni para hablar de la consulta independentista ni para ningún otro asunto. Sin embargo, sí apuntan a la posibilidad de que el presidente cite al dirigente catalán “en torno al mes de junio”, pero para hablar del nuevo modelo de financiación autonómica.
El equipo de Mariano Rajoy da por seguro que el desafío soberanista de Cataluña “se desinflará” cuando Artur Mas tome conciencia de que el Estado jamás aceptará el referéndum, y necesita buscar una “vía de escape”.
Esa vía está dispuesta a proporcionársela el Gobierno, a través de llegar a un mejor reparto fiscal para la Cataluña, siempre y cuando el 'president' “renuncie a la consulta y esté dispuesto a sentarse a hablar de economía”.
Cataluña ingresará más por el cobro de impuestos
En Hacienda están ya trabajando en ese nuevo modelo de financiación, cuyas 'normas de juego' dependerán de las reformas fiscal y financiera que prepara el ministerio para los próximos meses.
A pesar de que el texto no está concluido, Cristóbal Montoro ha reconocido en privado que el nuevo sistema de reparto autonómico del dinero será más beneficioso para Cataluña, pero también para las comunidades que más aportan en el actual reparto, como son Madrid, Comunidad Valenciana y, en menor medida, Baleares.
Tal y como se adelantó en estas páginas, la modificación de los impuestos, que se aplicará a través de la reforma tributaria, mejorará la financiación de estas regiones, porque “ingresarán más en el cobro de los mismos”. Sin embargo, el Estado no exigirá, ni a Cataluña, ni a Madrid ni a Valencia, una mayor aportación para el resto de comunidades autónomas, por lo que “obtendrán más beneficios tributarios sin tener que dar más dinero para el reparto autonómico”.
