Rajoy ordena a los ministros anti-sorayos que dejen de conspirar
Los miembros políticos del Gobierno, críticos con la gestión tecnócrata de la vicepresidenta, han recibido un toque de atención. Usan una nueva consigna: “no somos del G-8 sino del G-14”
De G-8 a G-14. El grupo de ministros ‘anti-sorayos’ ha interrumpido temporalmente sus reuniones por orden de Mariano Rajoy. Este “grupo de amigos” ha pactado además una respuesta común cuando se les pregunte públicamente por estos encuentros extraoficiales que convocaban para atacar a la vicepresidenta.
Hace aproximadamente un año, cinco ministros del Gobierno y sus cónyuges compartieron un fin de semana en La Rioja. Entonces se supo que componían un órgano amistoso extraoficial dentro del Ejecutivo que ellos mismos habían bautizado como el G-5, tomando la denominación de las potencias emergentes invitadas a las reuniones internacionales.
El G-5 de Mariano Rajoy estaba compuesto por los ministros de Fomento, Ana Pastor; Exteriores, José Manuel García-Margallo; Interior, Jorge Fernández Díaz; Industria, José Manuel Soria; y Agricultura, Miguel Arias Cañete. Alguien se atrevió a denominarlos también como “la congregación mariana”, por su cercanía al presidente.
El G-5 ‘anti Soraya’ pasó a G-8
Meses después, el G-5 creció con la incorporación de nuevos miembros del Consejo de Ministros hasta llegar a lo que ahora se denomina el G-8.
Los fundadores de este grupo incorporaron primero al ministro de Educación, José Ignacio Wert; y más tarde se le hizo un hueco a Isabel García Tejerina, la ministra de Agricultura que sustituyó a Miguel Arias Cañete.
El último ministro en incorporarse a los encuentros fue el de Justicia, Rafael Catalá, que sustituyó al dimitido Alberto Ruiz-Gallardón.
Todos ellos, amigos de Mariano Rajoy desde hace décadas, se han relacionado con el presidente durante toda la legislatura al margen de los oficios de la vicepresidenta, encargada de la coordinación del Gobierno.
Han pactado convertirse en el G-14
Pues bien. Según ha sabido El Confidencial Digital, a través de fuentes del Ejecutivo, Rajoy exigió hace unas semanas a sus ministros que “se dejasen de conspiraciones”.
Les solicitó, en concreto, que no convocasen más estas reuniones extraoficiales con el objetivo de atacar a la vicepresidenta. La tarea ahora es “arrimar todos el hombro para ganar las próximas elecciones generales”, les recordó.
Por ello, según explica a ECD uno de los ministros de Rajoy, los miembros del gabinete que se citaban en estos “encuentros de amigos” han dejado de hacerlo. Al menos, temporalmente.
Pero no solo eso. Tienen preparada también una respuesta para responder sobre este asunto si alguien les interpela. Cuando se les pregunte públicamente a qué bando del Gobierno pertenecen, la contestación pactada va a ser siempre la misma: “Yo soy del G-14”, en alusión a Rajoy y los trece colaboradores que componen la mesa del Consejo de Ministros. Se acabaron los bandos.
Más política y menos tecnocracia
Hay que recordar que el objetivo del G-8 fue siempre convencer a Mariano Rajoy de que el Gobierno necesitaba más iniciativa política, frente a lo que, a su modo de ver, estaba practicando Sáenz de Santamaría. La vicepresidenta ha sido acusada estos años de mantener un perfil excesivamente tecnócrata.
Desde entonces, estos ocho ministros políticos han ido viéndose y llamándose para tratar esta cuestión con bastante frecuencia. En sus conversaciones siempre recuerdan que el Gobierno del PP debe hacer más política, a la vez que acusan a la vicepresidenta de falta de coordinación entre ministerios.
