No se presentará a la reelección

Terremoto en Comisiones Obreras por el adiós de Ignacio Fernández Toxo

El líder del sindicato comentó su decisión esta Navidad. No quiere anunciarlo con tanta antelación para evitar una guerra interna para sucederle

Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO
Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC.OO

El Confidencial Digital publicó este miércoles que Ignacio Fernández Toxo abandona Comisiones Obreras. Una información que provocó a las pocas horas un terremoto en la organización a todos los niveles, pero más aún entre las bases y los cuadros medios.

Fernández Toxo tiene mandato como secretario general del sindicato hasta febrero de 2017, ya que fue reelegido en el congreso confederal celebrado en Madrid en ese mismo mes del año 2013.

Pero su intención, tal y cómo se contó en ECD, es no presentarse a la reelección en el próximo congreso confederal. Así, al menos, se lo ha transmitido a personas de su máxima confianza en un encuentro reciente.

A escasas horas de saltar la noticia, en un concurrido desayuno del Foro Nueva Economía en el Casino de Madrid que le tuvo como protagonista, Toxo fue tajante: “No me voy de Comisiones Obreras”. Un momento en el que, por cierto, se le pudo ver especialmente irritado.

Se plantea una retirada en el próximo Congreso

Fuentes próximas al líder de Comisiones Obreras, a las que ha tenido acceso este confidencial, insisten en que Fernández Toxo ha comentado a sus más íntimos que se plantea efectivamente dar un paso atrás en el próximo congreso, si eso es bueno para el sindicato.

Es consciente de que resulta necesario repensar la forma de hacer sindicalismo y no es ajeno a la falta de crédito que afecta no solo a CC.OO, sino también a UGT.

Pero también tiene en la cabeza esa retirada porque considera que en ese momento estará a punto de cumplir 65 años, lo que aconseja que nuevos dirigentes den un paso al frente en la organización. “No tendría sentido exigir rebajar la edad de jubilación y perpetuarme yo en el cargo más allá”, le ha trasmitido a su entorno más cercano.

No quería un anuncio con tanta antelación

No obstante, su plan es retrasar lo máximo posible la notificación oficial de esa decisión. Es consciente de que, comunicar en estos momentos su renuncia, provocaría una guerra interna para sucederle, lo que llevaría a una lucha de poder que indignaría aun más a los afiliados y ciudadanos.

Considera que tiene todavía dos años por delante para madurar esa salida, y poner en marcha un proceso de sucesión ordenado, sin batallas internas que puedan desestabilizar a la organización.

Además, tiene en cuenta que los que más se resisten a ese relevo son los demás dirigentes del sindicato, que son los que le animan para que continúe porque, si se va, ellos pierden los cargos. La mayoría de ellos, incluso, no conocen todavía los planes concretos del secretario general en la línea de esta retirada.

 

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