Zapatero echa mano de Rubalcaba para negociar los Presupuestos. Reunión secreta en Ferraz entre José Blanco, Urkullu y el ministro del Interior para que el PNV salve al Gobierno
Alfredo Pérez Rubalcaba ya no es sólo ministro del Interior. Zapatero ha decidido recurrir a él en un momento de trascendental importancia para el Ejecutivo: el Gobierno se la juega en las próximas semanas, en una negociación de alto voltaje, y el presidente ha echado mano del cántabro, al que está utilizando como un ‘vicepresidente’ de facto.
El mayor protagonismo de Rubalcaba en la acción del Gobierno se ha puesto de manifiesto en varios actos y declaraciones públicas recientes. En primer lugar, fue el ministro quien viajó a Rabat para poner fin a la crisis con Marruecos, zanjando un asunto considerado de Estado.
Pérez Rubalcaba también ha bajado a la arena política en la batalla que dirimirá al candidato del PSOE en la Comunidad de Madrid, dando su apoyo expreso y público a Trinidad Jiménez. El ex portavoz parlamentario había limitado mucho hasta la fecha su implicación en asuntos del partido, centrándose casi exclusivamente en las labores de su ministerio.
Ahora ya no es así. Rubalcaba está trabajando intensamente en privado, sin luz ni taquígrafos de momento, para impulsar el trabajo del Ejecutivo. Y lo ha hecho por petición expresa del propio Zapatero, que ha echado mano de él por su amplia experiencia en estos menesteres.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, el pasado martes 24 de agosto, se celebró en Ferraz una ‘cumbre’ al más alto nivel con un objetivo definido: que el Gobierno logre en el Congreso los apoyos necesarios que le garanticen sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado del próximo año. En esa cita participó Rubalcaba. A su lado, en la mesa, se encontraba el otro ‘vicepresidente’ político del presidente, el ministro de Fomento, José Blanco.
Frente a ellos se sentó el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que se desplazó de forma discreta a Madrid para el encuentro. Su visita no ha trascendido a los medios. El objetivo de esta reunión ha sido sondear el apoyo de los diputados nacionalistas vascos para que voten ‘sí’ a las cuentas públicas del Ejecutivo para 2011. En esta reunión se exigió discreción absoluta y silencio.
De hecho, lejos de desvelar este claro gesto de acercamiento al Gobierno, el PNV ha optado en público por un discurso supuestamente desafiante y retador hacia Zapatero. Eso explica que en el mitin organizado el pasado viernes en Zarautz para inaugurar el curso político, Iñigo Urkullu exigiera más competencias aún no transferidas al País Vasco pero recogidas en el Estatuto de Gernika y que lanzara una clara advertencia: el actual lehendakari, Patxi López, no va a jugar un papel decisivo en esta negociación.
La reunión del martes en Ferraz confirma que Zapatero está dispuesto a utilizar una interlocución directa del Gobierno con Urkullu, aunque las fuentes consultadas explican que el tono que empleó el líder del PNV con Rubalcaba y Blanco en Madrid no fue tan beligerante. En la sede nacional del PSOE, Urkullu expuso pacíficamente sus demandas, escuchó la estrategia que quiere seguir el Ejecutivo y las partes se citaron para seguir ultimando el pacto.
Las fuentes consultadas por ECD confirman, por último, que los tres dirigentes hablaron de la reforma laboral presentada por el Gobierno y el rechazo frontal del PNV a la misma. Hay que recordar que el grupo vasco presentó en el Congreso un total de 26 enmiendas al texto. El diputado Emilio Olabarría dijo entonces que había que adaptar el decreto “a las características específicas de la economía vasca, una economía más avanzada, con un claro acento industrial y tecnológico en la que el valor añadido que aportan sus trabajadores tiene un importante peso”.
