Zapatero no les ‘perdona’ a UGT y CCOO que hayan convocado la huelga general en septiembre: le han bloqueado cualquier posibilidad de hacer una crisis de Gobierno
El 29 de septiembre está convocada una huelga general, la primera desde que el PSOE ganara las elecciones, en 2004. El presidente del Gobierno piensa que los sindicatos la han fijado para ese momento “a mala leche”, porque hasta entonces le han dejado bloqueado.
Fuentes cercanas al Ejecutivo, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, cuentan que José Luis Rodríguez Zapatero tiene un mosqueo monumental con UGT y CCOO por la huelga general, no tanto porque hayan decidido convocarla, sino sobre todo por el calendario elegido por las centrales sindicales, tan tardío.
Al presidente no le habría sentado tan mal que los sindicatos hubieran decidido llamar a la huelga inmediatamente después de aprobados los recortes sociales, es decir, en junio o, a lo más tardar en julio. Haberla pospuesto para después del verano está provocando que Zapatero no pueda afrontar la crisis de Gobierno en la que está pensando.
Según las fuentes consultadas, en La Moncloa se habría asumido bien una huelga en junio o julio, antes del debate sobre el estado de la Nación, porque ese pleno habría significado hacer borrón y cuenta nueva, y el presidente habría quedado con las manos libres para cerrar la crisis de Gobierno a finales de julio, o incluso a la vuelta del verano, en septiembre.
Sin embargo, el hecho de que la movilización sindical está fijada para el 29 de septiembre hace que Zapatero no pueda plantearse una remodelación ministerial hasta entonces, como pronto.
La explicación es que, desde el punto de vista táctico, no tiene ningún sentido proceder a un cambio de ministros en vísperas de una huelga general, porque, si la convocatoria resulta un éxito (como parece previsible), ese Gobierno recién estrenado quedará ‘tocado’ demasiado pronto.
Lo aconsejable es esperar a que pase la fecha de la huelga y después, una vez encajado el golpe por el viejo equipo, que ya está ‘quemado’, proceder a una renovación.
Es decir, que la huelga general ha bloqueado a Zapatero, que no puede pensar en una crisis hasta, por lo menos, mediados de octubre.
Como es sabido, varios dirigentes regionales del PSOE, entre ellos José María Barreda y Guillermo Fernández Vara, han trasladado al presidente la urgencia de proceder cuanto antes a un cambio de Gobierno, diseñando un nuevo equipo más corto y con ministros de mayor peso político, como procedimiento para superar los enormes apuros que atraviesa el Ejecutivo. Y eso no podrá ser hasta mediados de octubre, como pronto.
