El alojamiento de ‘embajadas’ autonómicas en las embajadas de España plantea problemas de espacio
La oferta de Exteriores ha tenido buena acogida salvo en Cataluña y País Vasco, que la han rechazado
La oferta hecha por el Asuntos Exteriores a las comunidades autónomas para que integren sus ‘embajadas’, es decir las oficinas que tienen en el extranjero, en las sedes de la embajadas españolas ha tenido una gran acogida, hasta el punto de que en algunas de las representaciones diplomáticas están teniendo problemas de espacio.
Según le cuentan a El Confidencial Digital fuentes diplomáticas, algunas embajadas de España están al límite en su capacidad de acoger a personal de las oficinas autonómicas. En varios países, se han trasladado más de una oficina y un buen número de personas, algunas con muebles de oficina, pese a que las comunidades autónomas también están aprovechando los traslados para reducir su personal.
Una vez que se integran en las embajadas, las oficinas autonómicas corren con un parte de los gastos, que se establece en función del espacio que ocupan.
Para el ministerio de Exteriores no supone incremento de gastos, pero tampoco reducción, porque lo que ingresa de los que pagan las comunidades autónomas tiene que ir directamente al Tesoro.
Tres autonomías no se han integrado
Poco a poco, las comunidades autónomas han ido aceptando la fórmula de integración, porque les supone un recorte sensible de gastos.
Sin embargo, no todas han trasladado sus oficinas a las embajadas. Algunas lo han hecho a las consejerías comerciales, si estas no formaban parte de las embajadas, como sucede en determinados países.
Hasta la fecha, sólo Cataluña, País Vasco y Baleares, no se han acogido a la fórmula propuesta por Exteriores. Las dos primeras ya han expresado su intención de no hacerlo. La tercera, está en proceso de negociación.
Algunas comunidades autónomas, como Andalucía, todavía mantienen varias oficinas propias, sobre todo en Bruselas, para llevar sus asuntos ante la Unión Europea.
