La otra cara de la noche electoral en Génova

El estreno del hijo de Rajoy, un nuevo balcón en plasma y el Periscope con Cifuentes

Mariano, con 16 años, acompañó a sus padres durante el escrutinio, ningún dirigente del partido compareció ante los medios y discurso improvisado con la presidenta madrileña a través de la red social

Cristina Cifuentes celebra la victoria junto a Mariano Rajoy.
Cristina Cifuentes celebra la victoria junto a Mariano Rajoy.

Solo una decena de simpatizantes esperaban la llegada del líder del PP en la calle a las ocho de la tarde. Pero a las dos horas, y con el avance del escrutinio, más de medio millar de personas se reunieron a las puertas de la sede de Génova, al grito de “Mariano, ¿cómo no te voy a querer?, si has ganado las elecciones por segunda vez”.

El presidente del Gobierno en funciones llegó alrededor de las 19:45 al cuartel general de su partido, acompañado de su mujer en todo momento, Elvira Fernández, para seguir los resultados. También estuvo junto a sus hermanos y su hijo mayor, Mariano, quien se estrenaba en una noche electoral en Génova. La familia al completo había pasado la jornada relajada en La Moncloa.

Siguieron el recuento desde la séptima planta, donde se encuentra el despacho del presidente. Rajoy se mantuvo “tranquilo y hasta se tomó un vino”, explicaron a El Confidencial Digital fuentes de su entorno más cercano.

Le arroparon también la secretaria general, María Dolores de Cospedal, el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez Maíllo, el responsable de Comunicación del PP, Pablo Casado, el vicesecretario de Política Autonómica y Municipal, Javier Arenas, el jefe de la delegación española en Bruselas, Esteban González Pons, y el director de la campaña del PP, Jorge Moragas

No le acompañaron ministros en el escrutinio

En la cúpula del PP hubo durante todo el escrutinio una sensación de “alegría contenida”. La frase más repetida por sus dirigentes era “vamos a ver”, pero los 135 escaños, con el 70% escrutado, fueron el punto de inflexión de la noche y se recibieron como una grata sorpresa para todos.

Ningún ministro acompañó a Rajoy durante el recuento en su despacho. Una vez avanzado el resultado, sí se acercaron Rafael Catalá, Isabel García-Tejerina y Jorge Fernández Díaz. También se sumó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

A Soraya Sáenz de Santamaría sólo se le pudo ver en la celebración en el balcón de Génova, después de que la vicepresidenta regresara del Centro de Datos, donde presentó los datos del escrutinio junto al ministro del Interior.

Veinte escaños ‘bailando’ hasta el final

La dirección nacional del PP envió, pasadas las ocho y media de la tarde, un mensaje a los cabezas de lista del partido en todas las provincias asegurando que debían mantener una postura de prudencia. Les advirtieron además de que sería una noche larga, con muchos escaños, al menos unos veinte, ‘bailando’ hasta el final. 

En aquellos momentos, cuando aún no había comenzado el escrutinio, la palabra más mencionada era “prudencia”, mensaje que se repitió durante toda la noche tanto en la sede central como en las regionales.

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, fue la cara visible en Génova ante los medios de comunicación. Mientras, Javier Maroto y Andrea Levy se prodigaban por los platós de radios y televisiones.

 

La celebración en el balcón de Génova

Cuando la cúpula del Partido Popular salió al balcón de Génova 13 se desplegó una bandera rotulada en la que se leía “Gracias”, dirigida a los allí presentes. Decenas de enseñas de España y del PP se agitaron en ese momento álgido de la noche. Pasaban ya varios minutos de la medionoche.

Mariano Rajoy salió acompañado por su mujer, Elvira Fernández, (visiblemente emocionada) y todos los altos cargos del PP. Entre los periodistas sorprendió la ausencia de todos los ministros en el balcón. En su discurso, el jefe del Ejecutivo aseguró que intentará dialogar con todas las fuerzas políticas en aras del “bien común de todos los españoles” y reclamó su “derecho a gobernar”. 

Su salida coincidió con el fin del escrutinio, justo cuando se confirmó que el PP conseguía 137 escaños, y el PSOE se quedaba en 85. Fue el último candidato en hacer declaraciones.

El hecho de que sólo saliera al balcón y no compareciese ante los periodistas en sala de prensa fue criticado por los medios recordando la época del plasma en el Partido Popular. Mariano Rajoy habló para los simpatizantes pero no dio opción a ninguna pregunta de la prensa. Una decisión que ya fue fuertemente criticada por los profesionales el pasado 20 de diciembre.

Durante la celebración, Andrea Levy, vicesecretaria de Estudios y Programas, fue la que más entusiasmo mostró. Aplaudía, cantaba y no paraba de hacer gestos a los simpatizantes. Incluso se arrancó a cantar “yo soy español, español, español…” continuando el grito de los militantes que estaban en la calle. Otro de los cánticos que más sorprendió en Génova fue el de "Si se puede", uno de los lemas más repetidos por los simpatizantes de Podemos.

El presidente improvisó además, junto a Cristina Cifuentes, un saludo a los seguidores de la red social Periscope, en el despacho de la presidenta madrileña. Y hasta le consiguió convencer para un selfie, en el que ambos posaron muy sonrientes.

Otros detalles que se vivieron en la sede del PP

-- Dos pancartas sujetadas por detractores del partido airearon también sus quejas en plena calle Génova. “PP mafia” decía uno de los carteles, acompañado de “ninguna persona es ilegal”, y al grito de “no más sangre”. Las críticas no quedaron ahí. “50.000 sin techo hoy no han votado”, recogía otra de las pancartas.

-- El catering fue literalmente arrasado por los periodistas, aunque era rápidamente repuesto por los camareros. Y fue además muy variado: se pudieron degustar nachos con guacamole, salmón noruego, distintos tipos de queso, pequeños sándwiches y uvas.

-- Para la noche electoral se acreditaron en Génova un total de 300 periodistas que trabajan para 96 medios de comunicación españoles y 48 internacionales. De hecho, acceder a la sede del PP se convirtió para algunos en una pequeña odisea por las colas que se formaron.

-- Y esta vez, a diferencia del 20-D, si pudo seguirse también el escrutinio en las pantallas de la segunda planta a través de laSexta.

Sin valoraciones en todo el recuento

La sala de comparecencias estuvo vacía de periodistas toda la noche. Nadie sabía cuándo se iban a producir las delaraciones de algún miembro del partido.

Todos los informadores permanecieron a la espera de que se les comunicara durante varias horas alguna intervención, la mayoría en la segunda planta. Pero ningún dirigente salió a valorar los resultados. Solo la exministra Pilar del Castillo charló con los periodistas unos minutos, después de las diez de la noche.

Además, hasta el último momento hubo dudas sobre qué haría Rajoy una vez terminar el escrutinio. Después de varias horas de especulaciones, portavoces del partido confirmaron que el presidente no comparecería ante los medios y sólo saldría a saludar a los militantes desde el balcón de la calle Génova. El anuncio provocó, de nuevo, la decepción y el enfado de los periodistas congregados.

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