Así evitarán sanciones a alcaldes y funcionarios

La última maniobra: colocar las urnas para el referéndum en las sedes del PDeCAT, ERC y la CUP

El Gobierno no descarta este escenario y tiene preparada la respuesta. Las Fuerzas de Seguridad intervendrán en los locales previa solicitud de una orden judicial

Artur Mas participa en una votación interna del PDeCAT.
Artur Mas participa en una votación interna del PDeCAT.

La Generalitat ha enviado cartas a los alcaldes de los ayuntamientos de Cataluña para lanzarles un contundente aviso de cara al referéndum del 1 de octubre. Se les recuerda que deben permitir su celebración en los locales municipales que habitualmente se utilizan como puntos de votación. Pero el Govern se guarda aún otro as en la manga.

Se ha informado también a los consistorios de que tienen 48 horas para confirmar que así lo harán o bien para comunicar cualquier cambio o alegación.

En el caso de no poder contar con el respaldo del ayuntamiento, el Govern ha anunciado que establecerá puntos alternativos para votar en las localidades para garantizar la participación de todos los catalanes. Pero no ha avanzado más detalles.

Sin apoyo de alcaldes y directores de colegios

En la cúpula de la Generalitat reconocen a ECD que tienen claro que los alcaldes son “la garantía” para que el próximo 1 de octubre sea posible un referéndum en el que puedan votar tanto los partidarios como los detractores de la independencia.

Pero asumen que la “implicación efectiva” de muchos de ellos en la organización del 1-O va a ser limitada. Tampoco cuentan con que un número importante de directores de colegios “estén dispuestos a ser empapelados”. Saben que les sobrevuela la amenaza de la inhabilitación y que su patrimonio personal se encuentra en juego.

Tampoco pasan por alto que la Delegación del Gobierno en Cataluña ha advertido de que denunciará ante los tribunales a aquellos municipios que colaboren con un referéndum ilegal.

Urnas en las sedes de los partidos políticos

Por ello, según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de la organización del referéndum, la Generalitat ha comenzado a valorar la habilitación de puntos alternativos de votación.

Sería una de sus maniobras de urgencia, a la desesperada, en los días previos al 1-O: colocar las urnas en las sedes del PDeCAT, ERC y la CUP, los partidos independentistas que impulsan y apoyan la celebración de esta consulta.

Dificultar la retirada por la Policía o los Mossos

Detrás de este plan, la Generalitat también persigue dificultar la actuación de las Fuerzas de Seguridad en caso de que reciban una orden del Gobierno central para retirar las urnas.

Pero Moncloa también contempla este escenario y tiene preparada la respuesta. La Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos podrán acceder a los locales de los partidos previa solicitud de una orden judicial. La Fiscalía daría orden de proceder de manera urgente al registro de las sedes.

 

Expertos jurídicos consultados por ECD explican que toda la materia relativa al sufragio, bien sea electoral o referéndum, se regula por Ley Orgánica, por lo que no pueden intervenir las comunidades autónomas.

De esta manera, la Ley Orgánica Electoral actual establece, en el artículo 24, que “las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral determinan el número, los límites de las Secciones Electorales, sus locales y las Mesas correspondientes a cada una de ellas, oídos los Ayuntamientos”.

También recoge que “los Ayuntamientos deberán señalizar convenientemente los locales correspondientes a cada Sección y Mesa Electoral”.

Por todo ello, los expertos destacan que todo el procedimiento electoral busca la neutralidad, por lo que iría en contra de la misma e impediría una limpia convocatoria electoral o de referéndum la colocación en democracia de mesas de votación en locales partidarios.

Entienden que “violaría directamente el valor superior del pluralismo político consagrado en el artículo 1.1 de la Constitución”.

Menos locales para provocar largas colas

Hay que tener en cuenta que un total de 5.519.776 personas fueron llamadas a participar en las últimas elecciones celebradas en Cataluña, las generales del 26 de junio del año pasado.

Entonces, se pusieron 2.708 colegios electorales a disposición de los ciudadanos en toda la comunidad. Ahora, de cara al 1 de octubre, las tres formaciones independentistas apenas suman 300 sedes repartidas por toda Cataluña.

Así las cosas, la estrategia trazada por la Generalitat busca un efecto mediático muy visual: menos puntos de votación para provocar largas colas a las puertas de los locales.

Se da la circunstancia de que la mayoría de las sedes del PdeCAT, ERC y la CUP se localizan en los municipios más independentistas de Cataluña, lo que facilita esa instantánea de un gran número de ciudadanos esperando para votar en las portadas de todos los medios de comunicación.

Se garantizará el voto secreto de los participantes

La Generalitat tiene preparada también una circular que enviará a las agrupaciones para recordarles que deben garantizar que el voto pueda ejercerse de forma privada, de forma que las papeletas estén disponibles en una cabina o en una habitación separada, y no en mesas repartidas por las sedes locales.

“Para que nadie pueda decir que ha habido presiones a los que decidan ir a votar”, explica un diputado de Junts Pel Sí en el Parlament.

En la carta también se establecerá que los secretarios locales sean los encargados de comunicar al Palau de la Generalitat, principalmente por vía telefónica, los datos arrojados por las urnas en cada local al final de la jornada.

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