La mayor victoria del PP (186), la mayor derrota del PSOE (110)

Rajoy moderó la euforia en su partido y convocó a todos a trabajar por España

Las elecciones de ayer tienen como principal conclusión la enorme derrota sufrida por el PSOE, que, de estar gobernando España, ha pasado a obtener el peor resultado de su historia, con 110 diputados, por debajo, no sólo de los que logró Almunia, sino de los 118 de 1977. A la vez, el PP logró la mayor victoria de su historia.

Esas cifras constituyen un enorme fracaso del candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, nominado precisamente porque se pensaba que era el único capaz de salvar los muebles. No solamente no ha levantado al partido, sino que lo ha hundido.

La imagen que lo reflejaba fue su comparecencia anoche, en la sede de la calle Ferraz, absolutamente solo, serio y acallando cualquier aplauso. Ni el final de ETA (José Blanco, que compareció como portavoz a pesar del ‘caso Campeón’, volvió a hablar de las primeras elecciones sin terrorismo), ni la técnica de sembrar el miedo al PP han servido de nada.

Al mismo tiempo, el triunfador, Mariano Rajoy, trató de rebajar la euforia, como se comprobó en las dos intervenciones previas, las de Ana Mato y María Dolores de Cospedal, muy contenidas y casi apagadas. Él mismo quiso lanzar su primer mensaje en la sala de prensa (un mensaje de fondo), no ante los enfervorecidos militantes que aguardaban en la calle Génova.

La cobertura informativa de TVE resultó muy acertada, y el avance de resultado de las 8 de la tarde, mediante encuestas previas, resultó bastante aproximada (‘clavo’ los datos del PP y se ‘pasó’ un poco con los del PSOE).

Rubalcaba no aclara

La primera comparecencia en la sede socialista, de Elena Valenciano, resultó incongruente, porque, en lugar de admitir la contundencia de la derrota, se felicitó por el “notable apoyo” al PSOE. Tenemos el apoyo de millones de españoles, dijo, en lugar de reconocer la derrota.

La realidad es que, mientras en los comicios de 2008 el PSOE sacó al PP un millón de votos, en los de ayer los populares han sacado a los socialistas tres millones de votos de diferencia.

Alfredo Pérez Rubalcaba, por su parte, no dejó ver cuáles son sus intenciones con vistas al futuro del PSOE. Pidió al secretario general (Zapatero) la convocatoria de un congreso ordinario “lo antes posible”, pero no aclaró si él tiene intención de presentarse a la secretaría general, como muchos dan por descontado. La única pista fue la frase de que “vamos a liderar la oposición”.

 

A la vez, su previsible contrincante para la secretaría general, Carme Chacón, tampoco ha salido bien librada: el PSC ha perdido su histórica hegemonía a manos de CiU, que por vez primera lidera en Cataluña.

En la planta ‘noble’ de la calle Ferraz, la cuarta, estuvieron por la tarde Pilar Goya, la mujer de Rubalcaba, además del Zapatero y de los dos vicepresidentes del Gobierno, Manuel Chaves y Elena Salgado

Los ‘ministrables’ de Rajoy

En la planta séptima de la calle Génova se congregaron la esposa de Rajoy, Elvira Fernández, sus hermanos y cuñados, su suegra, junto con José María Aznar y otros altos cargos.

Además de la del rey, y de las de Rubalcaba y Blanco, Mariano Rajoy recibió llamadas de felicitación de Sarkozy, Van Rompuy, Durao Barroso, Cameron y Angela Merkel.

El primer mensaje del futuro presidente del Gobierno, en la sala de prensa, lo dirigió “al pueblo español”, para decir que iba a ser el presidente de todos (la palabra “todos” fue la que más repitió), afirmar que va a gobernar en la más delicada coyuntura de los últimos 30 años, e insistir en que “todos juntos” posible que España salga adelante. “Nadie debe sentirse inquieto” por la victoria del PP”. “No va a haber milagros. No los hemos prometido”. Prometió trabajo, seriedad y constancia.

Ya en el balcón de la calle Génova, donde se habían congregado cientos de simpatizantes cantando, escuchó gritos de “Tú sí que vales”, “Presidente, presidente”, “Que viva España” y hasta “España unida jamás será vencida”. Se le vio muy contento, orgulloso de su partido, y hasta un poco emocionado, aunque volvió a repetir que la tarea de Gobierno no va a ser fácil.

La lista de personas que le acompañaron en el balcón son objeto de las especulaciones sobre quiénes estarán en su futuro Gobierno. Además de su esposa, Elvira Fernández, los demás eran en general previsibles: Ana Mato, María Dolores Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Ruiz Gallardón, Pío García Escudero y Esperanza Aguirre. Menos normal, la presencia de Arias Cañete y la de Jorge Moragas. No estaba Federico Trillo.

Los despojos del PSOE

El Partido Popular sacó al PSOE casi 16 puntos de diferencia, puesto que los primeros se situaron en el 44,6% de los votos y los segundos se quedaron en el 28,7%, es decir por debajo del 30%. La considerable fuga de votos socialistas fueron a parar a Izquierda Unida (que pasa de 2 a 11 escaños), UPyD (de 1 a 5, ha multiplicado por tres los votos) y a otros partidos pequeños. Llamazares ha logrado su escaño por Asturias.

Vuelco histórico en Andalucía, donde el PP superó a los socialistas por 10 puntos, si bien éstos han conservado Sevilla (Alfonso Guerra ha ganado a Montoro). El resultado resulta muy significativo, a la vista de las elecciones andaluzas del año próximo.

La irrupción de Amaiur

Un dato muy relevante es la irrupción de Amaiur, que logra 7 escaños (uno de ellos, en Navarra), y que desbanca al PNV del liderazgo en el País Vasco (5 escaños, mantiene grupo parlamentario propio), si bien la suma de ambas formaciones da una aplastante mayoría nacionalista en la comunidad autónoma.

Los socialistas pierden 5 escaños, los populares repiten, lejos del objetivo de 5 que se habían propuesto. Por territorios, el PNV manda en Vizcaya, Amaiur en Guipúzcoa, el PP en Álava.

La izquierda abertzale vuelve al Congreso de los Diputados, donde ya estuvo Batasuna, pero con una novedad: esta vez van a ocupar los escaños. Se asistirá al paradójico espectáculo de que acudan a La Zarzuela para las consultas del rey sobre la designación del candidato a la investidura.

La primera iniciativa que van a tomar en el Congreso es plantear la celebración de un referéndum de independencia en el País Vasco, para el que, por supuesto, no tienen votos suficientes, pero con lo que quieren dar el primer aldabonazo.

Un Congreso muy complicado

Las elecciones han supuesto un claro retroceso del bipartidismo político que existía en España, y van a dar origen al Congreso de los Diputados más fraccionado de la historia. En total, doce partidos han conseguido representación, aunque solamente siete formaciones podrán constituir grupo parlamentario propio.

Esa situación obligará al nuevo presidente del Gobierno a nombrar un presidente del Congreso especialmente capaz, porque resultará complicado gobernar una cámara con esa composición. Se han manejado nombres como los de Ana Pastor, Jorge Fernández Díaz, y hasta los de Federico Trillo (que repetiría) y Alberto Ruiz Gallardón, pero Mariano Rajoy tendrá que pensárselo con cuidado.

El Gobierno que va a formar Rajoy

Todo indica que Mariano Rajoy tiene cerrada la composición de su futuro Gobierno, aunque no haya hablado concretamente con algunos de los afectados. Quiere un Ejecutivo de notables, de personas muy cualificadas, sin someterse a la obligación de contentar a su partido, pensando en la eficacia, y para lanzar un mensaje de “sabemos lo que tenemos que hacer y tenemos la gente adecuada”.

Se insiste en que formará un Gabinete de “superministros”, es decir, responsables de grandes áreas, con lo que se reducirá el número de carteras. Al mismo tiempo, los secretarios de Estado tendrán más atribuciones, de forma que se consolidarán como “viceministros”.

Los cálculos llevan la constitución del nuevo Gobierno al 20-21 de diciembre, como fechas más próximas.

Que va a pasar en el PSOE

La derrota ha sido aún más dura de lo que se calculaba. Tiene que celebrar ya un congreso extraordinario, dada la situación, sin esperar a que se cumplan plazos.

Alfredo Pérez Rubalcaba será candidato a la secretaría general, sustituyendo a Zapatero, a pesar de la gravedad de la derrota. Lo ha dicho la gente de su entorno. Ya tiene preparado el argumento: en estas circunstancias no me puedo ir. No soy de los que abandonan cuando las cosas van mal. Soy hombre de partido, y es la hora de pelear por sacarlo adelante.

Tendrá enfrente, sin duda, a Carme Chacón, que espera aglutinar a los ‘jóvenes’, los cargos orgánicos y los diputados de menos edad, pero también algunos de la llamada ‘Nueva Vía’, los que lanzaron a Zapatero. No obstante, es Rubalcaba quien ha hecho las listas, y por tanto previsiblemente controlará el grupo parlamentario.

Para contrarrestar esa línea de los ‘jóvenes’, Rubalcaba contará con peones como Patxi López, un viejo aliado, pero sin descartar otros ayudantes como Eduardo Madina, un nombre que suena con fuerza, incluso en los dos ‘sectores’ del PSOE.

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