Las duras críticas de los militares a la base de Qala-e-Now (Afganistán): es una “encerrona”; sólo entran aviones pequeños; no hay radio-ayudas
Los militares españoles desplegados en la base afgana de Qala-e-Now no están nada contentos con el recinto. Deben permanecer “encerrados”, tienen dificultad para recibir suministros porque el aeródromo es demasiado pequeño y el transporte por carretera está bajo amenaza de emboscadas de los talibanes.
“Es una encerrona, las tropas no pueden salir de los muros, está asilada” aseguran a El Confidencial Digital fuentes militares que han podido valorar el estado de la base de Qala-e-Now, donde está desplegado un contingente de la Brigada Ligera Aerotransportada (BRILAT).
El principal problema radica en el aeródromo, al que las fuentes consultadas describen como “sólo apto para aviones pequeños, sin ayudas a la navegación y cuyas difíciles condiciones meteorológicas lo convierten muchos días en inviable para el tráfico aéreo” advierten estas fuentes.
La base de Qala-e-Now, en la provincia afgana de Badghis, se encuentra enmarcada dentro de un área de geografía abrupta y montañosa, que convierte las carreteras en un “lugar perfecto” para emboscadas de grupos talibanes.
Por esta razón, estos militares no entienden quién eligió el emplazamiento. De hecho, hay otro dato desconcertante. El camino de Herat (donde se encuentra la otra base española en Afganistán) hasta Qala-e-Now es de casi 300 kilómetros, es decir, unas 20 horas de viaje por caminos áridos y agrestes. “La evacuación o socorro de los soldados sería prácticamente imposible ante una desgracia... ¡Dios no quiera!.. Estarían totalmente a merced de los talibanes”, advierte un testigo.
El contingente español desplegado en Qala-e-Now está enmarcado dentro del Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT, nombre que le da la ISAF al equipo civil y militar desplegado en la zona) y está formado por efectivos de la BRILAT y un componente civil formado por personal de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
