No hay dinero para modernizar el portaaviones Príncipe de Asturias: tendrán que esperar el sistema de combate, la seguridad interior y el radar de navegación

Los ajustes presupuestarios en el Ministerio de Defensa –con un recorte aprobado de 141 millones de euros- van a dejar al portaaviones Príncipe de Asturias ‘a medio gas’. Estaba previsto acometer el final de su modernización una vez que el BPE Juan Carlos I fuera entregado a la Armada. Pero no hay presupuesto para que Navantia siga con las reformas en el buque.

El almirante jefe del Arsenal de la Carraca, el vicealmirante José Ángel Pita Rodrigo, aseguró hace unos días que la Armada Española no contemplaba “por el momento” someter al portaaviones Príncipe de Asturias al proceso de modernización al que se ha sometido a las fragatas Santa María (F-81), Reina Sofía (F-84), Victoria (F-82) y Numancia (F-83) por “falta de presupuesto”.

Pero según ha sabido El Confidencial Digital en fuentes militares ese “por el momento” significa descartar a medio o incluso largo plazo la modernización del portaaviones. Según El Plan de Modernización del Grupo de Proyección de la Flota (GRUFLOT) de la Armada los trabajos de reforma iban a permitir que las capacidades del buque siguieran siendo las mejores durante otra quincena de años.

Fuentes de Navantia consultadas por este confidencial cuantifican las reformas hechas en el buque entorno a un 20%. “El Príncipe de Asturias se sometió en 2004 al inicio del proceso de modernización, en ese caso fueron obras en el sollado de marinería de la cubierta 1ª”. Y “durante los dos años siguientes, en 2005-2006 se modernizó el área de suboficiales de la cubierta 1ª”.

Durante casi dos meses se acometieron tareas como la toma de medidas del espesor del casco o la pintura integral del mismo. También se inspeccionaron el timón o las aletas estabilizadoras. Posteriormente, trasladado a la base de Rota, tuvieron lugar reparaciones relacionadas con las plantas de tratamiento de residuos sólidos y líquidos, y con el recorrido de los calentadores de vapor del agua caliente sanitaria. Se instalaron también varias plantas de osmosis inversa.

En una segunda fase, que estaba perfilada para llevarla a cabo tan pronto como el Buque de Proyección Estratégica (BPE) Juan Carlos I entrara en servicio, se iban a asumir importantes trabajos durante un año y medio de obras. Estas reformas implicaban una fuerte inversión económica, que no se llevará a cabo.

Respecto al BPE Juan Carlos I, este confidencial ha sabido que a finales de este mes de mayo y principios de junio se realizarán las últimas pruebas de mar en aguas gallegas. Y será entregado unos días después de lo previsto –véalo aquí- , a finales del mes que viene.

Para cuando el BPE estuviera ‘operativo’ el portaaviones Príncipe de Asturias debía afrontar más modificaciones. Había que comprobar varios aspectos relacionados con la estabilidad y estructura:

-- Se iba a reemplazar el radar de navegación e introducir un sistema de presentación de cartografía electrónica WECDIS

-- Había que mejorar la planta eléctrica, actualizar el sistema de seguridad interior y el de defensa NBQ (nuclear, biológica y química)

 

-- Y se iba a modernizar el sistema de combate. Las mejoras en este último están relacionadas, entre otras, con la introducción del SCOMBA (Sistema de Combate de los Buques de la Armada), el reemplazo de diversos radares, el montaje de un sistema electro-óptico, la adopción de un nuevo conjunto de Guerra Electrónica, la mejora de la defensa antimisil y la actualización de los equipos de navegación.

Parte de la modernización que ha habido en el portaaeronaves se ha hecho a través del programa CAVIMAR (calidad de vida en el mar). Vea aquí algunas imágenes del interior del buque reformado:

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