El final del ‘santuario francés’ de ETA. La presión policial obliga a los etarras a regresar a España: alerta por el robo de varios vehículos y por el nuevo perfil de los pistoleros

Francia ya no es un lugar seguro para ETA. La banda terrorista ha visto como, en unos años, ha pasado de poseer una importante estructura en suelo galo a ver cómo sus principales dirigentes eran capturados por la gendarmería francesa. Ante esta situación, los etarras han decidido regresar a España. El perfil de los nuevos pistoleros también es diferente.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad continúan en alerta máxima por la posibilidad de que ETA pueda cometer algún atentado en cualquier momento y en cualquier parte del territorio nacional. El hecho de que las elecciones vascas ya se hayan celebrado no ha sido sinónimo de ‘bajar la guardia’, sino todo lo contrario.

La alerta es máxima. Sobre todo a raíz de que se hayan detectado en suelo nacional un número considerable de movimientos que hacen sospechar que ETA posee una infraestructura potente es España lista para atentar. Las fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por El Confidencial Digital explican que el robo de algunos vehículos ha llevado a la Policía a pensar que la banda “se está moviendo por España”.

Las alarmas saltaron a raíz de la sustracción de un todo-terreno de la marca Porsche en una localidad zaragozana. Las mismas fuentes apuntan que no es el primer robo de este tipo que se produce en la mitad nororiental de la Península y que no se descarta que ETA pueda estar detrás de estas acciones. Concretamente, citan a las tres provincias aragonesas y Lérida como ‘zonas calientes’.

Destacan, además, que se trata de vehículos potentes, amplios y con gran capacidad de almacenaje y, por tanto, de transporte de explosivos.

ETA ha cruzado la frontera

Los expertos de la Policía y la Guardia Civil aseguran que estos intensos movimientos de la banda terrorista en suelo nacional indican que “hay un evidente infraestructura etarra en varios puntos”, destacan. Uno de ellos es el País Vasco y otro, previsiblemente, Madrid.

Francia, por tanto, ha dejado de ser el ‘santuario’ de ETA. Los sucesivos descabezamientos de la cúpula etarra por parte de la Gendarmería y la Policía Judicial han obligado a la banda terrorista a considerar el país como un lugar no seguro. Atrás quedan los tiempos donde Francia era el territorio perfecto para ocultarse.

En apenas seis meses, han sido capturados en Francia los cabecillas Francisco Javier López Peña, ‘Thierry’, Mikel de Garikoitz Aspiazu, ‘Txeroki’, y Aitzol Iriondo, ‘Gurbitz’. Unos golpes que han mermado considerablemente la capacidad de la banda y que se producen gracias a la colaboración entre los ministerios del Interior de Madrid y París.

Ahora, la banda ya no campa a sus anchas por suelo francés. Además, se ha reducido el tiempo entre un arresto y otro: Iriondo sólo pasó 21 días al frente del ‘aparato militar’, mientras que ‘Mikel Antza’ estuvo once años.

 

El nuevo perfil de los pistoleros

Ante las dificultades para ‘echarse al monte’ (expresión coloquial con que se conoce el hecho de pasar a formar parte de ETA), la banda terrorista ha decidido optar por reclutar a un nuevo perfil de pistoleros. Se optan por los ‘legales’, los que no están fichados por la Policía, y que, incluso, pueden hacer vida normal.

Con esta estrategia, explican los expertos consultado por ECD, ETA se blinda ante posibles golpes policiales. El aislamiento de la cúpula de la organización es aún mayor y así se consigue no ‘quemar’ a muchos militantes, es decir, que no pasen a engrosar los ficheros policiales.

Además, tienen la ventaja de que son personas que no levantan sospechas: pueden tener incluso su trabajo o sus estudios y, al mismo tiempo, colaborar activamente con ETA.

Un ejemplo de este nuevo perfil de pistoleros es el del presunto asesino de Isaías Carrasco e Ignacio Uría. Beñat Aguinagalde Garmendia forma parte de un grupo de no fichados junto a Ugaitz Erratzkin Tellería. Al frente de este ‘comando’ se encuentra Iurdi Garitagoitia Salegi, un ‘liberado’ (terrorista a sueldo) de la banda. Los tres se encuentran huidos desde el pasado mes de febrero.

Pues bien, Aguinagalde es licenciado en Medicina y se presentó al examen del MIR en la Universidad de Navarra, donde tres meses antes él mismo podría haber colocado un coche bomba. Su clandestinidad, por tanto, era máxima.

Se trata de pistoleros con pocos o ningún antecedente policial. Son células, apuntan las fuentes antiterroristas, que operan directamente desde España y que, previsiblemente, no pasan a Francia. Sí que han recibido, en cambio, un entrenamiento y una formación. De hecho, se cree que Aguinagalde fue quien disparó contra Carrasco y Uría.

En definitiva, entre la Policía y la Guardia Civil, reconocen estas fuentes, hay un cierto desconcierto ante esta nueva deriva del aparato de captación (‘mattin’) y de formación e información (‘endalahar’) de ETA. 

Vea a continuación las fotografías de los tres integrantes de este ‘comando de legales’ de ETA acusados de los últimos atentados en Guipúzcoa desde febrero de 2008:

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