El ‘susanismo’ se desmorona
Los barones han dejado de llamarle. Rebelión en ejecutivas provinciales como Huelva y Málaga. Medios andaluces lanzan campañas contra sus principales colaboradores
Susana Díaz ha pasado, en apenas ocho días, de aspirar a la secretaría general del PSOE a trabajar por no perder poder orgánico en Andalucía. Su derrota ante Pedro Sánchez en las primarias ha provocado que los barones regionales afines le hayan retirado el apoyo y que, en su propia federación, se esté encontrando una contestación interna sin precedentes.
Así lo afirman a El Confidencial Digital cargos del PSOE andaluz próximos a la presidenta de la Junta, que muestran a las claras cómo está viviendo Díaz estos últimos días: la presidenta regional, afirman, se siente “abandonada” por aquellos que le dieron su apoyo en las primarias y también por antiguos colaboradores que ahora “marcan distancias” tras la victoria de Sánchez.
Desde el entorno de la sevillana admiten que el partido, tanto a nivel nacional como en Andalucía, se ha convertido en un “sálvese quien pueda” tras la vuelta a Ferraz del madrileño. Y que esa tendencia está provocando “cambios de posición” destacables desde el pasado 21 de mayo, que han desconcertado a la propia Díaz.
Los barones han dejado de llamarla
El primer movimiento que ha llamado la atención de la presidenta de la Junta ha sido el de los barones regionales del PSOE. Dirigentes como Javier Fernández, Guillermo Fernández Vara y Ximo Puig, que apostaron claramente por ella como secretaria general, han decidido “poner tierra de por medio” y respaldar públicamente a Sánchez.
Este apoyo al ganador de las primarias puede considerarse “lógico” tras los resultados del pasado día 21. No obstante, Díaz no entiende por qué, de la noche a la mañana, se han “cortado las comunicaciones” con los que eran sus principales apoyos, en unas semanas claves para preparar el congreso federal.
Desde el entorno de la sevillana explican que Díaz habló con los citados líderes regionales en las horas y días posteriores al triunfo de Sánchez. Y que, después de esas conversaciones, no ha habido más contacto.
Es más. Las mismas fuentes añaden que alguno de estos dirigentes regionales animó abiertamente a la presidenta de la Junta a que “arrimara el hombro” para “pacificar el PSOE”, dejando a las claras que el tiempo de oposición a Sánchez en torno a su figura se había acabado para siempre.
Rebeliones en federaciones regionales
A esa pérdida de apoyo orgánico por parte de los que han sido sus máximos colaboradores durante los últimos mes, se le suman los amagos de rebelión con los que se está encontrando Susana Díaz en diferentes ejecutivas provinciales, a cuenta de la elección de delegados del PSOE andaluz al congreso federal del partido.
En direcciones abiertamente afines a la sevillana, como Málaga, la elección de delegados se ha inclinado claramente a favor de Pedro Sánchez. Una tónica que también se ha dado en otras provincias como Córdoba, Granada, o Almería. En Sevilla, por su parte, la propia Díaz tuvo que claudicar y aceptar una lista unitaria con los delegados propuestos por el pedrista Gómez de Celis.
Esa tendencia ha provocado críticas entre sus colaboradores más estrechos, que temen una menor representación del PSOE andaluz en la nueva ejecutiva nacional por la pasividad de Díaz en los congresillos: “Muchos se veían con un puesto en Ferraz y ahora, de la federación, solo estará De Celis en una secretaría y algún compañero como vocal, pero nada más”.
Conscientes de esas críticas, Susana Díaz y Mario Jiménez se movilizaron para imponer a sus afines en la elección de delegados del PSOE de Huelva, tal y como finalmente lograron. Esa estrategia, sin embargo, les ha costado a ambos duros reproches a nivel interno y abrirse un nuevo frente con los socialistas onubenses, que han protestado formalmente ante la dirección regional. Algo inaudito.
Las fuentes consultadas por ECD concluyen que la presidenta de la Junta, en cuanto a la elección de delegados se refiere, estaba entre la espada y la pared y, por tanto, cualquier decisión –ya fuera pactar las listas o intentar promocionar a sus afines- iba a jugar en su contra. Una situación complicada que encima se ha producido a menos de dos meses del congreso regional en el que Díaz optará a la reelección.
Problemas con los medios andaluces
De cara a ese cónclave, Díaz se está escudando en los cargos regionales y provinciales que le han acompañado desde que tomó las riendas del PSOE andaluz. No obstante, la sevillana observa con preocupación cómo varios periódicos de ámbito autonómico empiezan a cuestionar la continuidad de algunos de sus máximos colaboradores.
Un ejemplo de ello es el diario Sur de Málaga, que el pasado domingo publicó un artículo en el que se dudaba de la idoneidad para el partido de Miguel Ángel Heredia que se presentaba a la reelección como secretario provincial del PSOE en la región.
Heredia, considerado “los ojos y los oídos” de Díaz en el Congreso, lleva desde 2008 al frente del PSOE malagueño, y sus ataques a Pedro Sánchez están siendo recordados ahora por la prensa local, que apuesta por un paso atrás. Un posicionamiento que se repite en otras provincias con los cargos afines a Díaz.
Un ex presidente le dio un “toque”
La presidenta de la Junta, por tanto, ha perdido el apoyo de los barones regionales, de cargos intermedios del PSOE andaluz, e incluso de los medios de comunicación. Pero, como si todo esto fuera poco, Díaz también ha recibido “un toque” por parte de uno de los dos ex presidentes del Gobierno socialistas: Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.
A ambos, explican las fuentes consultadas, les chocaron las palabras de la sevillana en Ferraz tras perder las primarias, cuando no fue capaz de mencionar a Pedro Sánchez. Y al menos uno de los dos, añaden, se puso en contacto con ella el lunes siguiente para pedirle que rectificara.
Esa petición, de hecho, tuvo su respuesta 48 horas después, cuando la presidenta de la Junta ya pronunció el nombre del nuevo secretario general y aseguró que el partido debía estar unido en torno a él.
