Juan Pablo II se alojará en Lourdes en un edificio para enfermos, mejor habilitado para su situación personal

Juan Pablo II será este fin de semana un peregrino él mismo enfermo entre los enfermos, durante la visita a Lourdes, los días 14 y 15 de agosto, en la que será su viaje 104, el séptimo viaje a Francia y el segundo a Lourdes.

El Papa se alojará en un edificio cercano a la basílica y a la gruta, destinado a los enfermos, precisamente porque se trata de un inmueble especialmente habilitado para que lo utilicen personas impedidas físicamente, como es su caso, obligado a permanecer siempre en una silla y sin poder ponerse en pie ni caminar.

En la mañana del sábado, será recibido en el aeropuerto de Tarbes-Oussun por el presidente de la República, Jacques Chirac. A la una de la tarde será la visita a la gruta de las apariciones de la Virgen, que comenzaron el 11 de febrero de 1858.

A media tarde, el Papa presidirá un Rosario en procesión, que comenzará en la misma gruta, y que se detendrá en las piscinas junto a los voluntarios que ayudan a los enfermos a lavarse, en la tienda de la adoración junto con los jóvenes, en la iglesia de santa Bernadette con los enfermos, al pie de la estatua del Cura de Ars con los sacerdotes, y en el atrio de Nuestra Señora del Rosario con los acólitos. Al final, dirigirá unas palabras a los miles de peregrinos congregados en la plaza.

El domingo, a las diez de la mañana, oficiará la Santa Misa multitudinaria, y a las seis de la tarde regresará a Roma. La visita del Papa quiere celebrar el 150 aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción, lugar el 8 de diciembre de 1854, por el Papa Pío IX, con la bula dogmática «Ineffabilis Deus».