Así se gestó la audiencia del Papa a ZP: Moncloa la planteó en enero pero fue retrasando fechas hasta que casi no quedaba plazo. Sonsoles Espinosa no viajará

Lo inusitado del gesto tiene que ver con las posiciones personales de Rodríguez Zapatero, y con las políticas que ha ido desarrollando, consideradas poco respetuosas con la mayoría de españoles católicos, a lo que hay que añadir ahora el proyecto de Ley de Libertad Religiosa. Y también tiene que ver con que es la primera vez, en seis años, que el presidente del Gobierno visita al Pontífice en Roma.

Según informa Religión Confidencial, Moncloa solicitó en enero la audiencia, y el argumento fue la presidencia de la Unión Europea. Desde el Vaticano se dieron facilidades en la búsqueda de fechas, pero desde Madrid el encuentro fue retrasado en varias ocasiones sin que se supiera el motivo, hasta llegar el mes de junio, último de la presidencia española.

A pesar de que es frecuente que jefes de Estado y de Gobierno acudan a visitar al Romano Pontífice cuando llegan al cargo, en el caso de Zapatero está pendiente desde hace seis años porque nunca ha viajado a la Ciudad Eterna con ese motivo, aunque sí ha saludado a Benedicto XVI en sus estancias en España, y concretamente en el Encuentro Mundial de las Familias de 2006, en Valencia.

Desde la victoria electoral de 2004, las relaciones del Gobierno socialista con la Iglesia y con la Santa Sede las ha llevado personalmente la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, además del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. En la concreción de la audiencia del 10 de junio ha tenido un papel destacado el todavía embajador ante la Santa Sede, Francisco Vázquez.

Aunque algunos mandatarios han acudido a las audiencias con el Santo Padre junto su esposa, Rodríguez Zapatero no contará con la presencia de su mujer, Sonsoles Espinosa, que no suele acompañarle en viajes oficiales, con excepción de la visita a la Casa Blanca, donde también saludaron a Obama sus dos hijas.

Jose María Aznar visitó a Juan Pablo II en tres ocasiones. La última, acompañado de su familia, el 24 de enero de 2004, tuvo como objeto despedirse personalmente del Papa tras su decisión de no continuar al frente del Gobierno más de dos legislaturas.