Lo que más preocupa ahora a todos los servicios de información del mundo: los ‘lobos solitarios’. Terroristas bien entrenados que actúan por su cuenta

¿Cuál es la principal preocupación que tienen ahora los servicios de información internacionales? Los 'lobos solitarios', es decir los pistoleros que, tras haber recibido un intenso entrenamiento militar, actúan por libre, sin vinculaciones con ninguna organización, son por tanto altamente imprevisibles, y frente a los que las medidas de prevención son imposibles.

Los servicios del mundo entero coinciden en ese análisis, y así se ha puesto de manifiesto recientemente en los contactos habituales que existen entre ellos y en los últimos intercambios de información habidos, según ha sabido El Confidencial Digital.

El asunto ha sido objeto de estudio por los principales responsables mundiales de los servicios de información, que han coincidido en esa preocupación. El fenómeno se vincula sobre todo al islamismo radical.

Acciones imprevisibles

El problema de los ‘lobos solitarios’ es que, por su propia condición, no existe forma previa de conocer que se está preparando una agresión de ese tipo. Y suele tratarse de acciones que tienen enorme repercusión en la opinión pública.

El último caso ha sido el de Mohamed Merah, un francés de origen argelino, de 23 años, que en marzo asesinó con un arma corta a siete personas: tres militares, tres niños judíos y un profesor.

Carrocero de profesión, el islamista radical, recibió entrenamiento militar tras su paso por Pakistán y Afganistán, y se presentó como un "muyahidín" perteneciente a una red extremista de Al Qaeda.

Sitiado por la policía en Toulouse, explicó a los negociadores que había “querido vengar la muerte de niños palestinos” atacando el 19 de marzo una escuela judía, y ‘justificó’ el asesinato de tres paracaidistas por su oposición a las intervenciones extranjeras del ejército galo. "No expresó ningún remordimiento", salvo de "no haber dejado más víctimas", y se jactó de "haber puesto a Francia de rodillas".

Los servicios de Inteligencia ya tenían datos de posibles complots terroristas, obtenidos del seguimiento a sospechosos durante un encuentro de salafistas en Tarragona, en 2011, y de otros anteriores.

El caso de Bosnia

 

Uno de los primeros casos de ‘lobo solitario’ se produjo el 28 de octubre, en Sarajevo (Bosnia Herzegovina), donde un hombre de 23 años aparcó su coche frente a la embajada de Estados Unidos y con un fusil AK-47 disparó contra puertas y ventanas del edificio. Un ataque de 40 minutos que aterrorizó a la población y que hirió de gravedad a dos policías.

El terrorista, Mevlid Jasarevic, un islamista de 23 años de origen serbio, fue abatido por un francotirador de los grupos de élite de la policía bosnia. El suceso fue estudiado con mucha atención por los servicios de seguridad del resto de Europa. Incluida España.

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