Antidisturbios de paisano se infiltraron en las manifestaciones posteriores al 25-S. Operaron junto a los de Información en previsión de que los policías estuvieran ya ‘quemados’
La operación diseñada para proteger el Congreso de los manifestantes dio sus resultados: ningún ciudadano se aproximo a la Cámara Baja. Para ello, los mandos policiales estudiaron cualquier detalle y prestaron especial atención en seleccionar a los agentes infiltrados.
Una de las claves para poder localizar y detener a los alborotadores de las manifestaciones era la labor de infiltración. Es decir, agentes de paisano que se mezclan entre la masa para facilitar la identificación de los más violentos.
Durante el primer día de protestas, el martes 25, fueron los agentes de la Brigada de Información quienes realizaron este trabajo. Su colaboración, de hecho, permitió la detención de algunos ciudadanos que agredieron a la Policía o mostraron actitudes más violentas.
Sin embargo, para las concentraciones de los días posteriores, la Policía introdujo una novedad. Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) también se vistieron de paisano y se infiltraron entre los manifestantes, explican fuentes policiales a El Confidencial Digital. Estos agentes antidisturbios trabajaron, por tanto, codo con codo junto a sus colegas de la Brigada de Información al otro lado de las vallas que protegían el Congreso.
Las fuentes policiales consultadas explican que la decisión se tomó en previsión de que los policías de Información estuvieran ‘quemados’. Es decir, que pudieran ser identificados por los manifestantes y se vieran obligados a marcharse del tumulto.
El trabajo de ‘infiltración’ no es una función específica de la UIP. Sin embargo, según explican las fuentes policiales consultadas por ECD, en determinados casos los agentes de la unidad sí se han mezclado vestidos de paisano entre los manifestantes. Se realiza en concentraciones de relativa peligrosidad para los policías.
