El anuncio ha sido transmitido a las Brigadas de Información

Bélgica avisa a España: Atención a los islamistas con conocimientos de química

Las investigaciones apuntan a que Abdeslam y el “hombre del sombrero” no se inmolaron en París y Bruselas porque son claves para la fabricación de explosivos

Los atentados de París y Bruselas han dejado un interrogante que las policías belga y francesa tratan de responder: ¿Por qué no se inmolaron Salah Abdeslam y el “hombre del sombrero” cuando ambos llevaban explosivos encima? Los servicios de información de ambos países manejan una hipótesis que ya han transmitido a España.

Según explican a El Confidencial Digital mandos policiales próximos a la Comisaría General de Información, los servicios antiterroristas belgas sostienen, tras interrogar a Abdeslam y las investigaciones de los atentados en Bruselas, que tanto el cerebro de la masacre en parís como Mohamed Abrini, el “hombre del sombrero” filmado en el aeropuerto de Zaventem detenido el pasado viernes, tenían claro, de antemano, que no iban a inmolarse.

Su misión, real, sostienen desde Bélgica, era estar cerca de los yihadistas suicidas, a los que habrían instruido para hacer detonar unos explosivos que tanto Abdeslam como el terrorista anónimo de Bruselas habían creado.

Para sostener esta hipótesis, los servicios de Información belgas aseguran que Salah Abdeslam ha reconocido tener conocimientos en la fabricación de explosivos con mezclas químicas. Además, añaden, el abandono posterior de los chalecos con explosivos “forma parte de su estrategia durante los atentados”.

Aviso a España

Esta teoría ya ha sido trasladada a las fuerzas y cuerpos de seguridad españoles, a los que, además, se les ha avisado de que pongan especial atención a la compra-venta de materiales químicos, tanto si éstos movimientos se producen de forma legal o en el mercado negro.

Las brigadas de Información, de hecho, ya han recibido instrucciones para vigilar de forma especial a los islamistas radicales fichados que puedan tener acceso a sustancias químicas, y también material electrónico, para fabricar bombas.

Las fuentes consultadas por ECD explican que, de los 3.000 radicales controlados por la Policía, “hay un buen número” de ellos que podría tener conocimientos químicos. Por ese motivo, desde hace dos semanas, la atención a estos individuos está siendo mucho más elevada.

 

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