El CNI encarga teléfonos ‘antiescuchas’ para altos cargos del Estado
Los servicios de inteligencia españoles llevan tiempo buscando soluciones avanzadas para la seguridad de las comunicaciones que realizan los altos funcionarios del Estado. Sobre todo, aquellos cuyas responsabilidades afectan directamente a la seguridad de España. Acaban de solicitar pruebas de modelos ‘blindados’ a varias empresas.
El objetivo que persigue Presidencia desde hace meses es claro: un teléfono a semejanza del ‘Merkelphone’, el móvil especialmente diseñado con tecnología ‘antiescucha’ que el Gobierno alemán ha facilitado a la canciller Angela Merkel.
Tal y como explican fuentes de la inteligencia española a El Confidencial Digital, esta misión ha cobrado más importancia en las últimas semanas. Precisamente, tras conocerse las informaciones que apuntan a que el teléfono móvil del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puede estar en la lista de 35 líderes europeos a los que Estados Unidos ha espiado sus llamadas.
Según aseguran a este confidencial, el centro y sus departamentos especializados en seguridad llevan años tratando de mejorar la inviolabilidad de los terminales que utilizan los miembros de las altas instituciones del Estado. Desde el Rey hasta el presidente del Gobierno, pasando por otros funcionarios “vitales” para la seguridad del Estado, como el ministro de Defensa o el secretario de Estado director del Centro Nacional de Inteligencia.
El Centro Criptológico Nacional lleva tiempo probando diversos modelos seguros, solicitados a empresas tecnológicas españolas. “Nunca extranjeras: es un campo muy sensible y en España hay grandes ingenieros. Apenas se importan este tipo de sistemas” aseguran.
Actualmente, este tipo de personalidades disponen de dispositivos que codifican las llamadas dificultando que estas puedan ser escuchadas “más allá de un simple ruido”. Sin embargo, el problema surge cuando uno de estos teléfonos llama a un móvil convencional. En ese caso, el sistema dejar de ser seguro pues el móvil emisor no encripta la comunicación porque el receptor no puede desencriptarla.
Tal y como explican estas fuentes, el CNI y el CCN han solicitado aparatos de prueba a empresas especializadas en este tipo de dispositivos. En este caso, para ‘blindar’ las comunicaciones necesitan que los dos interlocutores utilicen el mismo dispositivo, algo que se utiliza, por ejemplo, con comunicaciones diplomáticas y militares.
“Se trata de un proyecto bastante costoso en lo económico”, afirman, y que tiempo atrás se abandonó por esa misma razón. Tras las últimas informaciones, el proyecto de renovación de terminales “se va a acelerar”.
