Intenta crear un cuerpo de espionaje propio

Cataluña lleva meses sin informar a Interior y CNI sobre alertas antiterroristas

Los Mossos no facilitan datos de investigaciones y de yihadistas sospechosos. Llevan desde 2014 buscando la colaboración de servicios de inteligencia extranjeros

El President Carles Puigdemont, junto a varios agentes de los Mossos d' Esquadra.
El President Carles Puigdemont, junto a varios agentes de los Mossos d' Esquadra.

A medida que pasan los días y se disipa el ‘ruido’ provocado por los trágicos atentados de Cataluña, crece el revuelo policial por la falta de coordinación entre Mossos y resto de fuerzas policiales. El CNI, la Policía y la Guardia Civil llevan meses ‘a oscuras’, sin datos sobre yihadismo en Cataluña.

El Confidencial Digital ha podido recoger el análisis sobre este problema realizado por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado implicados en lucha antiterrorista. El diagnóstico que realizan sobre lo sucedido es muy duro: la deriva independentista ha afectado a los trabajos de inteligencia.

La Generalitat lleva tiempo, años incluso, poniendo los cimientos de un Estado catalán al margen de España. Eso ha incluido la creación de un servicio de espionaje propio, con una red de información a su medida.

ECD desveló hace tres años el plan del gobierno catalán para dar vida y consolidar su propio CNI. Para ello intentó cerrar alianzas con organismos de inteligencia occidentales con los que crear sinergias. Hubo gestiones concretas. Se enviaron cartas y se realizaron llamadas telefónicas para contactar con el BND alemán, la DGSE francesa y el Mossad israelí.

A los tres se les solicitó, “a través de interlocutores que hablaban en nombre del gobierno catalán”, el inicio de una colaboración estable. Se les ofreció intercambio de información y una relación más amplia.

Fue en vano. Alemania, Francia e Israel respondieron con una negativa. No facilitarían información de inteligencia directamente a los Mossos.

‘Apagón’ con el CNI

Esta reacción no gustó nada a la Generalitat, que decidió restringir el intercambio de datos, ficheros y alertas con España y, a través de las embajadas españolas, el Ministerio del Interior y el CNI, también con esos países.

Las fuentes explican a ECD que en este proceso ha habido una sola excepción: Estados Unidos. La inteligencia norteamericana lleva años preocupada por Cataluña. Según se pudo constatar en algunos documentos filtrados en Wikileaks, la región es considerada por los americanos “el mayor centro mediterráneo de yihadismo”. Por eso le prestan una gran atención.

Hay un hecho que demuestra la seriedad con la que EEUU se ha tomado esta cuestión. En territorio catalán hay instalada, de forma estable, una ‘antena’ de la CIA. Esta circunstancia favorece el intercambio de información.

Pero el atentado del pasado jueves ha destapado el verdadero alcance del ‘apagón’ catalán. Los analistas del CNI insisten: las restricciones ordenadas a la hora de compartir información han podido entorpecer investigaciones que hubieran evitado la comisión de esos ataques.

 

Tal y cómo se ha contado, los Mossos sabían desde el miércoles que había más de cien bombonas de butano en la casa alquilada por unos ciudadanos magrebíes. Datos suficientes para sospechar que algo grave podía estar pasando allí. Pero los Mossos no informaron hasta pasadas 24 horas.

“Pasan más información a La Vanguardia que al CITCO”

Si en el CNI están indignados por la falta de colaboración de los Mossos d’Esquadra, el enfado de los servicios de información de la Policía y la Guardia Civil no es menor.

Fuentes de ambos cuerpos confirman a ECD que la policía autonómica catalana llevaba semanas, antes de los atentados de Barcelona y Cambrils, sin aportar ningún tipo de información al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), del que forman parte.

De hecho, “no hubo ningún tipo de notificación” sobre la explosión producida en Alcanar la noche previa a los ataques. Un “silencio informativo” que contrasta con las normas del Centro: “Ante cualquier incidente grave, como puede ser una explosión, hay que avisar al CITCO para determinar si detrás puede haber actividad terrorista o relacionada con el crimen organizado”.

En ese sentido, la única “información oficial” que recibieron Guardia Civil y Policía Nacional sobre lo sucedido en Alcanar llegó en la noche del jueves, cuando el comisario mayor de los Mossos, Josep Lluis Trapero, confirmó que existía relación entre el atentado en Las Ramblas y la explosión producida en el municipio de Tarragona.

Previamente, y tal y como se informó ayer en estas páginas, el Instituto Armado había sido advertido, de forma extraoficial, de lo ocurrido en Alcanar, por lo que trató de que los TEDAX analizaran los restos de la explosión. Esa solicitud, no obstante, fue rechazada.

Después del atentado, reconocen desde Policía y Guardia Civil, la interlocución con los Mossos d´Esquadra “ha mejorado”, pero no es “todo lo eficaz” que podría ser. Algunos investigadores son tajantes: en los últimos días, el cuerpo autonómico  “está pasando más información a La Vanguardia que a nosotros”.

Además, concluyen las fuentes consultadas, los datos que los Mossos aportan al CITCO desde el jueves “se miden con cuentagotas”. De hecho, añaden, “son más útiles las comparecencias públicas del comisario mayor que los escritos que nos pasan”.

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