Estuvieron en Afganistán, Bosnia, Israel...

Los guardias civiles de la desaparecida unidad exterior denuncian presiones para firmar su paso al Grupo de Reserva y Seguridad

Los integrantes del CRAEX tienen 24 horas para aceptar el traslado y renunciar a cualquier indemnización

Agentes de la Compañía de Reserva y Acción Exterior.
Agentes de la Compañía de Reserva y Acción Exterior.

Los agentes de la Guardia Civil que integraban la Compañía de Reserva y Acción Exterior, una unidad que acaba de suprimir la Dirección General, están pasando unos días de máxima tensión. Denuncian que sus superiores les están presionando para que firmen una declaración de baja en dicha unidad y acepten reintegrarse en el Grupo de Reserva y Seguridad.

El pasado mes de marzo se hizo efectiva la decisión de la Dirección General de la Guardia Civil, firmada el 25 de febrero, de suprimir la Compañía de Reserva y Acción Exterior. La unidad, creada por José Luis Rodríguez Zapatero, ha participado en misiones internacionales de Afganistán, Israel y Bosnia.

El destino elegido desde Madrid para los más de cien efectivos de esta unidad es el Grupo de Reserva y Seguridad, con el objetivo de que los agentes refuercen a esta unidad en zonas conflictivas, como Ceuta y Melilla.

La polémica se ha desatado esta semana, cuando los guardias civiles se están viendo “obligados” a firmar dos declaraciones en las que renuncian a cualquier indemnización y piden, de forma voluntaria, su traslado al GRS de Sevilla.

Así lo aseguran a El Confidencial Digital integrantes de la extinta CRAEX, que denuncian “presiones y amenazas” de sus superiores para conseguir su rúbrica antes del viernes: “La Dirección General tiene preparado ya el escrito de disolución de la unidad y quería tener cerrado antes de final de semana nuestro paso al GRS”.

O firmas o te podremos una falta grave”

Los agentes consulados por este diario explican que, desde hace unos días, sus superiores “primero nos enseñan los dos escritos y luego nos llaman y obligan a firmar una de estas dos opciones sin dejar que las pueda ver un abogado”.

Entre las “amenazas” y “coacciones” que algunos de estos guardias civiles han recibido los últimos días, las fuentes consultadas destacan las siguientes:

--La amenaza de una falta grave: “Un compañero se negó a firmar y le amenazaron con ponerle una sanción grave por incumplir una orden”. Según los integrantes del CRAEX este agente “no está incumpliendo nada porque no le pueden ordenar firmar una declaración que se supone voluntaria”.

--Fuera de la próxima comisión de servicios: A otro agente, “le advirtieron que si no firmaba no entraría en la próxima comisión de servicios”.

--Destino lejano. Cargos intermedios han transmitido a los agentes que, si no firman, se quedan sin destino claro y “nos pueden enviar a lugares remotos, como Girona o el aeropuerto de Barcelona”.

 

Según las fuentes consultadas, con esta práctica la Guardia Civil “se está saltando la Ley de Destinos”, por lo que algunos agentes se están planteando recurrir a la Justicia.

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