Terrorismo islamista

Los ‘frustrados’, la nueva amenaza yihadista para España

Los servicios de inteligencia investigan a radicales que decidieron unirse al Estado Islámico pero no consiguieron entrar en Siria. Están dispuestos a cometer atentados

Operación policial contra una célula yihadista.
Operación policial contra una célula yihadista.

Los servicios antiterroristas han abierto un nuevo frente de investigación: el fenómeno del yihadista ‘frustrado’. Se trata de individuos que, habiendo tomado la decisión final de viajar a Siria o Irak para unirse al Estado Islámico, ven fracasar su plan. Su frustración les lleva a intentar atentar en España.


Hasta ahora, los esfuerzos de los servicios de información antiterroristas españoles se habían centrado en localizar y detener a los denominados ‘retornados’, los que individuos que viajaron a Siria e Irak y, tras pasar un tiempo en zona de guerra luchando para el Califato islámico, deciden volver a ‘casa’.

Sin embargo, la presión policial a la que se ha sometido a este colectivo en toda Europa –especialmente tras los atentados contra el semanario parisino Charlie Hebdo- ha “impermeabilizado” en cierta forma las fronteras europeas, según explican fuentes de los servicios antiterroristas. Están “muy localizados”.

A la vista de la dificultad que entraña para estos combatientes el hecho de regresar a sus hogares –donde se les insta a continuar con la yihad-, muchos de ellos están tomando la decisión de quedarse en zonas ‘amigas’.

Un nuevo fenómeno: los ‘frustrados’

Pese a que las investigaciones sobre este colectivo de ‘retornados’ no han cesado, los servicios antiterroristas españolas han puesto sobre su diana a otro tipo de perfil, preocupante por su decidida voluntad de actuar: los ‘frustrados’.

Según explican fuentes antiterroristas a El Confidencial Digital, se trata de personas que han pasado por procesos de reclutamiento y radicalización, llegando a tomar la decisión de unirse al Estado Islámico viajando hasta las zonas controladas por estas facciones.

Incapaces de unirse al Estado Islámico

Sin embargo, la presión policial que se ha establecido en los últimos meses en las rutas migratorias desde Europa hacia Turquía u otros países fronterizos con el autodenominado Califato Islámico, les ha impedido hacer efectivo su compromiso.

En algunos casos, explican estas voces, han llegado a viajar hasta alguno de los países desde donde son conducidos a estas zonas, como Bulgaria o Turquía. Sin embargo, finalmente han tenido que volver a sus países de origen debido a la imposibilidad de acceder al territorio del Estado Islámico. Bien por presión policial o bien por problemas logísticos.

 

Otros de los investigados habían llegado a comprar billetes de avión o organizar viajes por carretera con destino a estos países, pero finalmente no hicieron uso de ellos, “quizás por temor a ser detenidos en el último momento” explican estas voces.

De la frustración al atentado

Durante el proceso de radicalización, a estos individuos se les “bombardea” con mensajes idílicos sobre lo que significa el Estado Islámico, por lo que el fracaso de sus planes les provoca una frustración “muy peligrosa” aseguran las fuentes consultadas.

Ese tipo de perfil, señalan, es uno de los más dispuestos a perpetrar un ataque dentro de su país de origen, al que “aborrecen y odian” desde que su radicalización es plena. Por ello, la prioridad es localizarlos y detenerlos.

En esa tarea, explica, jugará un papel fundamental los registros de pasajeros en los que ya trabaja el Ministerio del Interior. Como informó El Confidencial Digital, ya se están solicitando a las aerolíneas datos de los viajeros para cuadrarlos con perfiles sospechosos.


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