Los policías municipales se compran sus propias mascarillas para no ahogarse en Madrid
Denuncian que el Ayuntamiento no les protege de la contaminación en los días que moviliza a toda la plantilla para regular las nuevas restricciones de tráfico
El Ayuntamiento de Madrid ha vuelto establecer esta semana el Protocolo contra la Contaminación en la ciudad, que limita la velocidad por la M-30 y sus accesos a 70 kilómetros por hora. Para regular estas restricciones, el consistorio moviliza a toda la plantilla de la Policía Municipal, cuyos agentes no están, precisamente, contentos.
Según explican a El Confidencial Digital agentes de este cuerpo policial, la falta de previsión por parte del Ayuntamiento está provocando que la mayoría de los miembros de la plantilla no se enteren, hasta última hora de la noche, de su lugar de destino al día siguiente.
Además, el gobierno de Manuela Carmena no ha tomado, en todos los días que se ha activado el protocolo, ningún tipo de medida para proteger, a los policías municipales regulan el tráfico, de los perjuicios que provoca una inhalación y exposición continuada al aire altamente contaminado que se respira en carreteras de la ciudad, como la M-30.
Los agentes se compran sus propias mascarillas
Dado que el Ayuntamiento no ha tenido en cuenta a estos agentes, han sido ellos mismos los que se han encargado de protegerse, a través de la compra de mascarillas. Así han reaccionado desde el Sindicato Profesional de Agentes de Movilidad (SPAM), federado en CSIT, que se ha encargado de su adquisición y distribución entre la plantilla
Los destinatarios de estas mascarillas han sido los Agentes cuyos puestos de trabajo permanecen en aquellos lugares donde existe un mayor riesgo para su salud por la continua exposición a esta alta concentración de NO2 en el aire, que respiran durante las 8 horas de trabajo.
Los agentes, que se sienten abandonados por la alcaldesa, recuerdan que los medidores del consistorio han llegado a registrar, durante esta semana, niveles de dióxido de carbono por encima de los 250 microgramos por metro cúbico durante dos horas consecutivas. Una cifra que es muy superior a la habitual y que puede provocar problemas de salud para los agentes.
Vea, a continuación, las mascarillas adquiridas por los agentes:
