Por qué el CIS sobrevalora el apoyo a Podemos

Alarma en los dos principales partidos. El último estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sitúa a Podemos como segunda fuerza política en intención de voto directo. Este resultado, trasladado a unas elecciones generales, podría poner fin con el bipartidismo en España. No obstante, los expertos coinciden en señalar que los datos de la formación de Pablo Iglesias están sobrevalorados.

Pablo Iglesias, líder de Podemos.
Pablo Iglesias, líder de Podemos.

Podemos sería la tercera fuerza política con el 15,3 % de los votos, mientras que el PP lograría el 30 % y el PSOE, el 21,2. Estos son los últimos datos que el CIS ha hecho públicos. Pero, ¿son fiables? ¿Representan la situación política actual del país?

La mayoría de los sociólogos concluye que esta encuesta del CIS no refleja a la perfección la realidad del voto en España. Estos son sus motivos:

1. El sondeo es de hace un mes. Efectivamente, el trabajo de campo fue realizado el pasado mes de junio, por lo que en este periodo de tiempo se han conocido dos grandes noticias que, con toda probabilidad alterarán el resultado electoral:

-- La elección de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Precisamente, este sondeo del CIS preguntaba por Alfredo Pérez Rubalcaba como líder de los socialistas, por lo que el trabajo de campo no es fiable.

Hay que tener en cuenta, además, que la encuesta refleja que un 16,9% de españoles que votaron al PSOE darían su apoyo a Podemos. Esta opinión se realizó, no obstante, con Rubalcaba como candidato y se preguntó específicamente por él.  

-- La confesión de Jordi Pujol sobre la posesión de dinero en paraísos fiscales. Se trata de una noticia que los expertos vaticinan que tendrá impacto en el resultado electoral, especialmente en Cataluña, aunque aún es pronto para saber en qué sentido.

2. Al partido en el Gobierno no le roba votos. Podemos ha conseguido apoyos de la abstención (principalmente), del PSOE, de Izquierda Unidad y de UPyD. Los expertos demoscópicos, por tanto, señalan que al Partido Popular no le ha quitado votantes.

La formación de Rajoy, por tanto, se volcará en movilizar al electorado que ha decidido no votar en las europeas. Se trata de ciudadanos que no han dado su apoyo a otros partidos, sino que se han quedado en casa por diferentes cuestiones. La formación de Pablo Iglesias, de esta forma, no arrebataría votos al PP.

3. La trampa del voto directo. El último CIS concluye que Podemos es la segunda fuerza política en intención de voto directo, superando en más de un punto al PSOE. Los sociólogos alertan de que este dato no es fiable en este momento.

La explicación que ofrecen los expertos es que Podemos cuenta, a día de hoy, con unos votantes muy movilizados, que no dudan en votar al partido de Pablo Iglesias, mientras que los que apoyan del resto de formaciones no lo están.

La gran pregunta es saber qué pasará con Podemos en las próximas municipales y en las generales. Respecto a los comicios de 2015, la formación que ha conseguido más de 1,2 millones de votos en las Europeas se enfrenta al reto de configurar listas en ayuntamientos y comunidades con candidatos solventes.

Es decir, no todos podrán ser como Pablo Iglesias, que es quien ha conseguido acaparar el voto de los descontentos. Hay, incluso, algunos que vaticinan que Podemos se desinflará progresivamente.

En las generales, los sociólogos coinciden en señalar que Podemos lograría en torno al 15% de los votos. ¿Sería ese dato suficiente para ocupar un papel clave en el Congreso de los Diputados? La conclusión es que parece que no.

Los expertos demoscópicos también alertan que en las elecciones importantes los españoles tienden al bipartidismo. Es decir, los algo menos de diez millones de votantes indecisos que se calculan que hay en España se deciden por el PP o por el PSOE. La clave estará en intentar convencerlos para que acudan a votar. En caso contrario, el resultado de Podemos será impredecible.

A esta situación hay que añadir los datos económicos que ha hecho públicos el Gobierno y que apuntan a una salida de la crisis. En caso de consolidarse, el PP recuperaría una parte de los votos que se han ido a la abstención… si sabe exponerlo.

En el PSOE, por su parte, será clave explicar la renovación del partido. Una cuestión que depende de Pedro Sánchez y su equipo. Si consigue transmitir la imagen de un socialismo renovado, Podemos lo notará y sus apoyos descenderán.

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