¿Es España un país machista?

Las declaraciones de Arias Cañete sobre la “superioridad intelectual” de los hombres en los debates con las mujeres han coleado durante muchos días. Y provocaron que la campaña electoral y los cruces de acusaciones entre PP y PSOE subieran de tono. Pero al margen de toda la polémica, ¿es realmente España un país machista?

Arias Cañete y Elena Valenciano, antes del debate electoral para las europeas.
Arias Cañete y Elena Valenciano, antes del debate electoral para las europeas.

Un día después de enfrentarse con Elena Valenciano en el debate electoral, el candidato del PP a las europeas, Miguel Arias Cañete, aseguró en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3, que un debate entre un hombre y una mujer es algo “muy complicado” porque “si haces un abuso de superioridad intelectual parece que eres un machista acorralando a una mujer indefensa”.

La respuesta de Valenciano no se hizo esperar. La candidata socialista señaló entonces a través de su cuenta de Twitter: “¿Qué hacemos? ¿Fuera mujeres del debate?”. Desde ese momento, las declaraciones de Arias Cañete se convirtieron en la principal arma electoral del PSOE. Numerosos socialistas, empezando por la propia Valenciano, exigieron a Cañete y a Rajoy que rectificaran. El candidato del PP lo hizo, pero seis días después.

Los expertos destacan que este año ha tenido el peor arranque en cuanto a violencia machista se refiere en España. Sólo en los primeros quince días de este 2014, seis mujeres murieron asesinadas a manos de sus parejas o ex parejas. Pero lo tremendo de las cifras, según explican, es que, aunque este tipo de violencia, que se circunscribe en el seno familiar, es una de las peores lacras sociales, no aparece reflejada en los pricipales problemas de los ciudadanos. El último barómetro del CIS sitúa este asunto en el puesto 17 de las preocupaciones sociales de los españoles. En el puesto número uno continúa el paro, seguido de la corrupción y de otras cuestiones relacionadas con la economía.

Mientras, otro informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la UE revela que 62 millones de mujeres han sufrido violencia machista, física o sexual, es decir, una de cada tres mujeres, aunque la mayoría no lo han denunciado. Estos datos dejan en evidencia la cultura machista y violenta de gran parte de la sociedad, y el miedo de las mujeres, que se siguen sintiendo vulnerables y temerosas, y que aún hoy no se atreven a denunciar.

Si se desglosan los datos por países, España es uno de los países miembros que goza de uno de los índices más bajos, con un 22% de mujeres que han declarado haber sufrido algún tipo de violencia. Los que más alto índice arrojan son los países nórdicos: Finlandia, Noruega o Suecia. Y aunque el dato resulte extraño, lo cierto es que en esos países, la conciencia social es mucho mayor, y las mujeres denuncian más, y antes que en otros territorios.

Pero, a pesar de toda la polémica generada durante la campaña, avivada aún más por el PSOE en sus mítines, ¿se puede decir que España es un país machista? El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con varios expertos para consultarles sobre este asunto:

El profesor de Sociología de la Universidad Complutense, José Antonio Ruiz-San Román, opina que en España “no queriendo discriminar, se observan prácticas y actitudes que no fomentan la igualdad entre hombres y mujeres”. Y destaca el concepto de 'lapsus machista': se pregunta si los lapsus son síntoma de lo que hay debajo o no, si es realmente lo que se piensa.

Explica que el machismo actual en España no es comparable con el de hace cien años. Pero evoca a recuperar el espíritu de la apertura del derecho a sufragio de la mujer para seguir avanzando por ese camino.

Es partidario de que se tomara en serio este debate sin el oportunismo y la utilización política que se ha hecho durante la campaña electoral. Pero no lo cree. Destaca que aunque las leyes sí lo hacen, en la práctica todavía hay modos de hacer que fomentan la discriminación. El debate a seis de los partidos que concurren a las europeas fue un buen ejemplo: todo hombres.

Por su parte, Isabel de la Torre, catedrática de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, destaca también que existen todavía comportamientos, actitudes y conductas, dadas por la tradición asentada en la sociedad española, que contienen atisbos machistas.

Pero, por otro lado, tampoco pasa por alto los importantes pasos que se han dado, concretamente, en la conciliación de la vida laboral y familiar. Compartir permisos de paternidad entre padres y madres en el caso de personas empleadas es, por ejemplo, un buen avance hacia la igualdad entre hombres y mujeres, explica.

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