La otra cara de Michelle Obama

-         Una de las cosas que suelen ignorarse de Michelle Obama es que fue ella –tres años mayor que su marido- quien empezó siendo jefa de Barack Obama. Fue en la sede de Chicago de uno de los bufetes con más tradición de EEUU, Sidley and Austin. Durante todo un mes, Barack Obama insistió en pedirle una cita que Michelle –de apellido de soltera Robinson- se negaba a concederle, no en vano tenía fama de ser una mujer muy dura, y ha confesado que desconfió de Barack porque fumaba y porque todo el mundo le alababa. Cuando Michelle aceptó, hubo almuerzo, paseo y, después, cine, pero Barack tuvo que trabajar intensamente el cortejo (flores, cartas). Una tarde, el joven Obama la invitó a una de las reuniones con comunidades pobres de Chicago a las que solía asistir. Allí, Barack pronunció un discurso sobre las desigualdades que cautivó a su acompañante

-         Ambos son triunfadores y personas de mérito, sin privilegios de cuna. En concreto, la familia de Michelle era una familia muy tradicional y trabajadora. La primera dama desciende de esclavos por las dos ramas y tiene un paisaje vital incardinado al partido Demócrata. Como se ha dicho de su marido, Michelle Obama tiene ideas de centro-izquierda pero una trayectoria que es un canto a la meritocracia propia del liberalismo.

-         La vocación por el servicio público que desde siempre había sentido Michelle la llevaron a abandonar su puesto en el prestigioso despacho de abogados por un empleo peor remunerado, pero que le hacía sentirse realizada. Comenzó entonces a trabajar en el gabinete del alcalde de Chicago, Richard Daley. Tras 1992, aunque sea un dato poco conocido, la pareja perfecta Barack-Michelle conoce turbulencias por las incertidumbres del futuro laboral de él, que no lograba arrancar, con el extra de preocupación de que arrastraba deudas para pagar sus estudios universitarios. En esta época, recién inaugurado el milenio, una de sus hijas tuvo meningitis, con el consiguiente susto familiar.

-         Michelle ha sido definida como una mujer ambiciosa, tenaz, orgullosa y fuerte. Durante largos años, fue ella quien posó como la estrella del matrimonio. 

-         En 1996 arranca la carrera política de Barack Obama y se convierte en senador de uno de los distritos de Illinois. Justo después del nombramiento, Michelle comienza a trabajar en la Universidad de Chicago como vicepresidenta de Relaciones Externas de su Centro Médico.

-         Tras el salto a la política nacional de su marido, Michelle acepta acompañarle en el reto de su campaña para las primarias del partido Demócrata, a cambio de que él deje definitivamente de fumar y dedique al menos un día a la semana a sus hijas. Pese a que la pareja ha sido muy mediática, y ha sobresalido en público por su carisma, su soltura y su presencia física, a Michelle al principio le horrorizaban las campañas. El matrimonio presidencial ha jugado, ya en la Casa Blanca, esa carta de la juventud y el amor, llegando Obama a cancelar compromisos de su agenda por cenar en algún restaurante a la moda con su mujer.

-         Michelle, comparada con Jackie Kennedy, ha recibido múltiples halagos por un estilismo “clásico y sólido”. En campaña, esta “roca” de su marido, según confesión de Obama, se equivocó notablemente al afirmar que el éxito de Barack era “lo único que le había hecho sentir orgullo de su país” a lo largo de su vida. Asimismo, el pastor que les casó, Jeremiah Wright, causó una intensa controversia mediática por su izquierdismo radical y gritar proclamas como “Dios maldiga a América”.

-          En su desempeño como primera dama, Michelle Obama se ha destacado sobre todo por su cruzada en contra de la obesidad infantil, y por ser un referente para las mujeres de color en EEUU, el colectivo más propenso al abandono del hogar por parte del marido y a la inducción al aborto.