¿Está obligado Eguiguren a declarar en el juicio contra Otegi?

El diario El País publicó en octubre una entrevista a Arnaldo Otegi. Fue realizada a través de un cuestionario que Jone Goirizelaia, su abogada, coló en la prisión de Navalcarnero –léalo aquí-. En sus respuestas, el ex líder de la ilegalizada Batasuna reclamaba a ETA una tregua “unilateral, permanente y verificable”.

Es la primera vez que el carismático líder de la izquierda ‘abertzale’ se pronuncia de esta forma. Sus palabras, ha dicho el propio Zapatero, son valoradas muy positivamente por el Gobierno, que las considera históricas para poner fin a la lacra del terrorismo. Lo que hace falta, no obstante, son hechos. Las palabras se las puede llevar el viento.

En este contexto, Eguiguren acudirá el próximo jueves para testificar en el proceso abierto contra Otegi por el famoso mitin de Anoeta en el que se exhibieron imágenes de terroristas. La Fiscalía pide 18 meses de cárcel y 12 años de inhabilitación y la acusación particular, ejercida por el Foro de Ermua, 5 años de prisión y 20 de inhabilitación por delitos enaltecimiento, desobediencia, reunión ilícita y quiebra de medidas cautelares.

El presidente de los socialistas vascos acude en calidad de testigo citado por la defensa de Otegi para, previsiblemente, declarar a favor del preso y destacar que su apuesta es real y sincera: solamente busca la solución política.

Pero, ¿qué necesidad tiene Eguiguren de beneficiar a Otegi? ¿Por qué lo hace? ¿Esta obligado a ello? Huelga decir que quien cita a declarar es el juez que lleva el caso. Por tanto, es obligatorio acudir a sede judicial a testificar.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que quien ha pedido la testificación de Eguiguren es la defensa del propio Otegi. Esto sólo se hace si se sabe, o se ha pactado, que el testigo va a hablar delante del juez a favor del acusado. Si la defensa supiera que Eguiguren va a declarar en su contra no le citaría.

Eguiguren ha sido desautorizado estos días por su propio partido. El propio José Blanco le ha recomendado que se esté callado. Pero Eguiguren continúa hablando a favor de Otegi, diciendo que es mejor “que estuviera fuera (de la cárcel) y haciendo política”.

La relación entre ambos viene de la anterior negociación. Eguiguren y Otegi se reunieron en innumerables ocasiones (según Gara, hasta 15) en un caserío de Elgoíbar. Sobre la mesa: la negociación con ETA, la llamada ‘vía Txusito’. El presidente de los socialistas vascos llegó a tener hilo directo con Zapatero y el presidente depositó grandes esperanzas en sus gestiones. Pero todo se fue al traste con el atentado de la T-4.

Eguiguren está haciendo un flaco favor al Gobierno y al PSOE. Está dando pábulo y cancha a quienes hasta ahora no han condenado los atentados de ETA. La situación es especialmente dolosa en un partido duramente golpeado por el terrorismo, donde muchos de sus dirigentes tienen que salir a la calle con protección.

La imagen que están transmitiendo los socialistas deja mucho que desear con esta actitud. Mientras, Eguiguren sigue gozando de libertad absoluta. Una patente de corso que debería tener fecha de caducidad. Porque, hasta el momento, la llamada ‘izquierda abertzale’ sólo ha hablado y no ha pasado a la acción. Las palabras no importan. Lo que hay que tener en cuenta son las actitudes. Y, hasta ahora, Otegi no se ha separado de ETA.