¿Es posible derrotar al Estado Islámico?

El drama que asola a Siria como consecuencia del conflicto civil dentro de sus fronteras ha desencadenado una ola masiva de refugiados que buscan asilo político en otros países. Las autoridades europeas continúan buscando a contrarreloj soluciones para resolver temporalmente la crisis de estos ciudadanos pero, ¿qué pasará después? ¿Podrán regresar en un futuro al que una vez fue su hogar y vivir en su país sin la amenaza del Estado Islámico? ¿Está capacitado Occidente para derrotar al ISIS y conseguir que vuelva la paz a Siria?

Para resolver estas cuestiones, El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con Félix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Este experto asegura con rotundidad: sí, es posible derrotar militarmente al Estado Islámico.

Riesgo de ‘empantanarse’ en una guerra que no es tuya

“Ya se hizo lo propio en Irak con ayuda de Estados Unidos”, recuerda Arteada. El pasado mes de abril, la ciudad iraquí de Tikrit (cayó en manos del Estado Islámico en 2014) fue liberada de yihadistas después de que EEUU entrara en el conflicto atacando por tierra y por aire posiciones de los terroristas. La operación acabó con el dominio del ISIS sobre la ciudad natal de Sadam Husein.

“Derrotar militarmente al Estado Islámico (EI) es cuestión de tiempo y voluntad”, explica Félix Arteaga. Según el experto, las vías mediante las que se podría llevar esta operación a cabo en Siria son las siguientes:

-- Suma de facción local y fuerza exterior.  La unidad de las fuerzas suníes, kurdas... y el apoyo que les proporcionen otros países. En esta vía, Arteaga explica que existe el siguiente problema: “Occidente no quiere intervenir”. Los motivos son los siguientes: 

En primer lugar, para que la presencia militar en el terreno garantizase una victoria eficaz habría que colocar a un elevado número de efectivos. Esto requiere una mayor inversión no sólo de dinero, también de tiempo. Lo que sucede actualmente es que trabajan unos pocos militares en tierra, pero no los suficientes para lograr un triunfo fulminante.

En segundo lugar, Arteaga explica que Siria no cuenta con “apoyo social” del exterior. “Hay muy poca empatía” hacia la situación de estos territorios. En otras palabras, intervenir militarmente se concibe como un “riesgo de empantanarse en una guerra que no es la tuya”.

Sin ir más lejos, la Legión Española se encontró en Irak, cuando se desplazó para adiestrar a las tropas iraquíes para luchar contra el avance del ISIS, una situación muy distinta de la que se percibe en Occidente sobre el nuevo ejército iraquí, formado y equipado por Estados Unidos tras la caída del régimen de Sadam Husein: militares que no van a trabajar y pagan una parte de su sueldo a su superior para que haga la vista gorda, vehículos blindados desaparecidos que han sido vendidos a milicias próximas al gobierno de Bagdad...

-- Los países aliados utilizan un sucedáneo antes de activar la vía militar terrestre: intervención aérea.

Siria tiene que aceptar que su único enemigo es el ISIS

Sin embargo, y pese a la actual situación que experimenta Siria respecto a sus relaciones exteriores, el primer paso que debe dar para derrotar al Estado Islámico en sus fronteras es paralizar el conflicto civil entre las diferentes facciones locales.

 

“Primero se convirtió en un fenómeno derivado de la represión de Bachar Al Asad. Luego mutó a guerra civil. Hasta que las dos partes (rebeldes y defensores de Al Asad) no lleguen a un acuerdo no se solucionará”, explica Arteaga.

El experto se refiere a que uno de los bandos tiene que aceptar “que no ganará”, pensamiento que a día de hoy no existe ni por parte de Al Asad ni por parte de los rebeldes que aspiran a restar espacio al presidente sirio. “Mientras tanto, el Estado Islámico se va extendiendo. Le dan ventaja estratégica”, señala.

Mayor inversión y consenso frente al DAESH

En conclusión, el investigador Félix Arteaga resume la operación para derrotar al Estado Islámico en Siria en las siguientes fases:

-- Que un bando de Siria se ‘agote’ y se llegue a un consenso en el territorio de que el único enemigo es el DAESH (siglas en inglés de Estado Islámico).

-- Intervención militar en la que las fuerzas del exterior inviertan económicamente y con una estancia prolongada en el territorio.


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