Campaña de los concesionarios para asustar al Gobierno, le han advertido de que el desplome en ventas de los coches diésel está aumentando las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Una circunstancia que provoca justamente el efecto contrario que persigue el Ejecutivo con la última prohibición para vender estos vehículos.
El Gobierno ha puesto en el punto de mira a los automóviles que más gases de efecto invernadero emiten a la atmósfera y que también son responsables, en gran medida, de los problemas de contaminación urbana.
La última propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica ha sido la prohibición de vender coches y vehículos comerciales de gasolina, diésel, híbridos y gas natural en España a partir de 2040, al igual que han planteado países como Reino Unido y Francia.
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