ERC opta por un Govern en minoría tras romper las negociaciones con Junts

Tras 83 días de conversaciones infructuosas, Esquerra ha decidido dar por rotas las negociaciones con Junts para formar un nuevo Govern y optará a liderar la Generalitat en minoría. El candidato republicano a la Presidencia, Pere Aragonès, considera que "Cataluña no puede espera más" y necesita un Ejecutivo "plenamente operativo con urgencia".

Transcurridos casi tres meses desde las elecciones del 14 de febrero, y con un Gobierno en funciones desde hace 222 días, ERC pretende desembarazarse de sus tradicionales complejos en su relación con el universo político convergente y, por ello, ha anunciado esta mañana que "acepta" la propuesta que JxCat hizo hace varias semanas de facilitarles una investidura para gobernar en minoría.

Pere Aragonès dice que "Cataluña no puede esperar más", rechaza "la tutela" del Consell per la República de Carles Puigdemont y pide a los "postconvergentes" que faciliten su investidura.

"Asumimos la responsabilidad de iniciar la legislatura con un Govern en solitario", ha proclamado Aragonès tras constatar que Junts no muestra "predisposición para superar las cuestiones que encallan las negociaciones".

El actual jefe en funciones de la Generalitat ha afeado al partido de Carles Puigdemont que "se mantenga inamovible en la misma posición incial", a menos de tres semanas de la expiración del plazo para evitar una repetición de los comicios el próximo 26 de mayo.

Aragonès no ha escondido que el Consell per la República, el organismo privado con el que el ex president pretende seguir controlando desde Waterloo (Bélgica) la estrategia independentista, ha resultado ser un obstáculo insalvable: "La Generalitat es soberana y no puede quedar supeditada a ninguna entidad". El dirigente republicano se ha remitido a "la legitimidad" de los resultados electorales del 14-F para explicar que no puede consentir "la tutela" que pretende imponer Junts per Catalunya en la relación de la Generalitat con el Gobierno de Pedro Sánchez o las votaciones de los grupos parlamentarios secesionistas en las Cortes Generales.

Por todo ello, en Esquerra recogen el guante lanzado por los posconvergentes hace un mes, cuando su secretario general, Jordi Sànchez, les propuso que gobernaran en solitario si ambos partidos no eran capaces de alcanzar un acuerdo. De este modo, Aragonès ha dicho que confía en su compromiso para facilitar la investidura y les emplaza a seguir negociando para que "a lo largo de la legislatura se puedan incorporar al Ejecutivo las formaciones que le den apoyo parlamentario".

El líder republicano pretende que se celebre un pleno de investidura lo antes posible y ha dejado claro que buscará los apoyos de los mismos grupos a los que se dirigió en su primer intento: Junts, la CUP [que entonces ya votó a favor] y Catalunya en Comú Podem. Explícitamente, ha descartado nuevamente al PSC.

En una intervención posterior a la de Aragonès, Sànchez ha criticado que Esquerra renuncie "a la posibilidad de lograr un acuerdo estratégico antes del 26 de mayo" y ha dicho que su partido se mantiene todavía dispuesto a ello. Aun así, el secretario general de JxCat ha garantizado que no especularán con unos nuevos comicios. Sànchez, que ha desmentido que Junts haya exigido "poner tutelas" al futuro presidente de la Generalitat, se ha comprometido a colocar sobre la mesa la cesión de cuatro votos afirmativos si el candidato obtiene el apoyo de los anticapitalistas y los comunes.

 

 

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