Leopoldo López reclama a España y a la UE más apoyo contra Maduro

El dirigente opositor venezolano Leopoldo López considera que, frente a la "dictadura criminal" de Nicolás Maduro, no caben ya los "grises" ni la "equidistancia", por lo que cree que es momento de que los países que se reivindican como democráticos, empezando por España y la UE, den "un apoyo más decidido" a la causa con nuevas medidas de presión y discursos claros.

"La realidad en Venezuela es la que es y no la que nos gustaría que fuera", declaró esta semana la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, en una comparecencia ante el Congreso de los Diputados en la que vino a justificar la dualidad existente en la posición española, que en estos últimos meses ha pasado a considerar a Juan Guaidó un "interlocutor relevante" más que un "presidente legítimo".

Para López, "el peor de los escenarios para los venezolanos y también para la región es simplemente que se asuma Venezuela como una realidad que no puede cambiar", habida cuenta de que, a su juicio, la situación "solo se ha deteriorado" en estos últimos años y es momento de ser "proactivos. "Una posición simplemente de mirar lo que ocurre, sin buscar incidir en que se dé un cambio, no es la posición correcta", apostilla en una entrevista a Europa Press.

López atribuye a los países democráticos una "obligación" de tomar partido, puesto que quedarse al margen también sería "tomar parte a favor de la dictadura". En este sentido, espera de España y de la UE "un apoyo más decidido", poniendo "todo el peso" político, diplomático y económico sobre un Maduro que por ahora siempre ha rechazado cualquier concesión.

Entre las medidas de "presión" que plantea López está la de las sanciones, especialmente las individuales, una vía en la que espera que Estados Unidos y la UE actúen de forma común y con castigos "simultáneos". Las sanciones acordadas recientemente por los Veintisiete "van en la dirección correcta", pero no serían suficientes, según López.

Asimismo, apunta que en países como España hay "grandes capitales que son consecuencia de actos de corrupción", en un llamamiento para que se persigan este tipo de fondos --en Europa habría "miles de millones de dólares", señala-- y evitar la existencia de "lavadoras de dinero" fuera de Venezuela.

Por otra parte, plantea a los aliados una "interlocución" con los países que siguen apoyando a Maduro, entre los que cita a China, Rusia, Turquía, Irán y Cuba, dado que considera que, "cada uno en su ámbito, han sido un pilar importante para el sostenimiento de la dictadura".

Visita de Gallach

La secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach, recaló a finales de marzo en Caracas, en una visita sorpresa donde se reunió no solo con representantes de la oposición, sino también con miembros del Gobierno. Así, vio al canciller, Jorge Arreaza, y a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, una reunión esta última que López cataloga de "inconveniente".

El representante de Voluntad Popular, que dice tener una "comunicación fluida" con Exteriores y haber hablado "en muchas oportunidades" con la propia Gallach, evita especular sobre los motivos del viaje de la 'número dos' del Ministerio, pero sí que le afea que se viese con una persona sobre la que pesan sanciones de la UE por "gravísimas violaciones de los Derechos Humanos".

"Al reunirse con ella, se diluye de alguna manera la herramienta que representan las sanciones", esgrime, para acto seguido reclamar no solo que se promuevan castigos, sino que estos "tengan el peso que deben tener". Este tipo de encuentros, agrega, generan un "debilitamiento" de la posición política española.

La extradición

Admite que la situación puede ser "compleja" a la hora de encontrar ciertos equilibrios políticos, pero insta a no perder de vista que "el presidente legítimo de Venezuela es Juan Guaidó", como jefe de la Asamblea Nacional elegida en 2015 y que sigue reivindicándose tras los controvertidos comicios de diciembre de 2020, que la UE no ha reconocido.

López carece de información "precisa" sobre los posibles movimientos de la Fiscalía venezolana para solicitar su extradición a España, pero tiene "la conciencia tranquila". Advierte a España de que "cualquier cosa que salga de un tribunal de Venezuela en estos momentos no debe ser tomado en consideración por parte de ningún país en el que prevalezca el Estado de Derecho".

"La sola aceptación de un proceso como esta sería una validación de un sistema de justicia írrito, ilegal y cómplice de la dictadura criminal", en la medida en que, según López, todo el sistema judicial venezolano es "profundamente corrupto y dependiente de los designios de la dictadura".

Cumbre Iberoamericana

López critica en la misma medida la lista de invitados de la XXVII Cumbre Iberoamericana y, aunque evita señalar a responsables, advierte del peligro de que "todo lo que se acerque a Nicolás Maduro de alguna manera se termine pareciendo". Maduro era quien iba a tomar la palabra en nombre de Venezuela, si bien a última hora quien habló fue su 'número dos', precisamente Rodríguez.

"En cualquier foro internacional en el que participe termina logrando lo que busca, que es tener el foco de atención", pero "también logra el desprestigio del foro en el que participe", afirma López, que cree que con el discurso de Rodríguez quedó "retratada" una actitud basada en la "soberbia" y la "mentira".

Varios de los países intervinientes recriminaron durante su discurso la invitación de dirigentes chavistas, aunque no así el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que evitó entrar en polémicas al ser preguntado por este tema en la rueda de prensa posterior más allá de evidenciar que hay "posiciones encontradas" sobre la situación política en el país sudamericano.

Relación con Podemos

Interrogado por su visión y relación con Podemos, López recuerda la "trayectoria" del partido liderado por Pablo Iglesias, "los viajes, los encuentros y los proyectos que desarrollaron" de la mano de Maduro, por ser "algo totalmente disociado de cualquier visión de democracia y de Estado de Derecho".

Sobre una posible reunión con Iglesias, esta "no se ha planteado" pero López no la descarta 'a priori'. "Estaría dispuesto a reunirme con cualquier persona siempre que sea de manera constructiva para lograr solucionar la grave crisis que estamos viviendo", explica.

Sí aprovecha para aclarar la reciente polémica suscitada por su viaje a Galicia pese al cierre perimetral, una "noticia falsa" de la que culpa directamente al concejal de Seguridad Ciudadana de Cambados, Tino Cordal, de Somos Cambados. "No fui multado y no he recibido ninguna multa", aclara.

López asevera que fue este concejal "quien presenta la noticia" públicamente y asegura que fue una persona vinculada a él quien estaba sentada en la misma terraza, lo que dio pie hasta a dos llamadas a la Policía para intentar "crear un caso" sobre una posible violación de las restricciones de movilidad. Explica que le mostró a los agentes el salvoconducto que demostraba que había viajado a Galicia para reunirse con venezolanos.

López afirma igualmente que ha sido víctima de todo tipo de acusaciones "falsas" durante estos últimos años, entre ellas las relativas a sus supuestos gastos en España. Afirma que Maduro y quienes los rodean "sí están rodeados de lujo" y no él, que como otros opositores estaría ante "un paredón de fusilamiento de mentiras".

Regresar a Venezuela

Leopoldo López dice estar en España de forma "circunstancial". Ve con "envidia sana" la democracia española, pero sostiene que su objetivo sigue siendo regresar "relativamente pronto" a Venezuela, un país donde promete seguir con su "idealismo" político y en el que espera que siga existiendo una "vocación unitaria" de la oposición frente a la "dictadura criminal" de Nicolás Maduro.

López llegó a España en octubre de 2020, casi año y medio después de refugiarse en la Embajada española en Caracas y de pasar varios años más encarcelado por su vinculación con las protestas que se desataron en 2014, las primeras grandes movilizaciones --"gigantescas", afirma-- contra el chavismo tras el fallecimiento de quien fuese precursor de este movimiento, Hugo Chávez.

López explica en una entrevista con Europa Press que, en Venezuela, "todo el mundo se siente bajo estado de sospecha", un escenario que la oposición confía en cambiar mediante elecciones "libres" y "democráticas". La oposición reivindica como "presidente legítimo" de Venezuela a Juan Guaidó, una tesis que comparten decenas de países que no reconocieron ni las presidenciales de 2018 ni las parlamentarias de 2020.

Si hubiese elecciones libres, según López, "no hay manera de que gane el sector madurista". En cambio, si no hay "ningún tipo de garantías", como habría ocurrido en las últimas citas con las urnas, "el resultado será el que decida la dictadura", apostilla.

Precisamente los últimos comicios parlamentarios evidenciaron las grietas de la oposición, con un sector encabezado por Guaidó partidario del boicot desde un primer momento y otro liderado por Henrique Capriles que tanteó la posibilidad de buscar un mínimo de garantías para participar.

López recuerda que, discrepancias al margen, "al final solo participaron la dictadura y los 'alacranes'", el término por el que se conoce a opositores que se han desmarcado de las tesis generales para supuestamente seguirle el juego al chavismo. El líder de Voluntad Popular denuncia que algunos diputados fueron "comprados" con "entre 500.000 y un millón de dólares".

"Estamos buscando transitar el camino que garantice que el futuro de los venezolanos esté en manos de los venezolanos", advierte, defendiendo que por parte opositora lo han intentado todo en estos últimos años, incluidos varios procesos de negociación que han terminado fracasando.

López cree que "el concepto de diálogo no se aplica a la situación de hoy en Venezuela" tras los sucesivos fracasos, que atribuye a la "falta de voluntad" de Maduro, y apuesta en cambio por nuevos "mecanismos" en los que abre la puerta al "apoyo, compromiso y acompañamiento" de actores internacionales.

Así, si bien evita "especular" sobre posibles fórmulas, apuesta por un cambio de estrategia, de tal forma que no haya conversaciones sobre "una larga lista de temas" que solo servirían al régimen para "ganar tiempo", sino que la mente en todo momento esté puesta en una convocatoria electoral con garantías.

"No es fácil" y "con la voluntad de Nicolás Maduro no llegaremos a ese escenario", admite López, que sin embargo ve margen para una "coordinación activa" que involucre a actores internos y externos. "Solo puede tener éxito si hay un apoyo decidido hacia la democratización por parte de los países democráticos", apostilla.

Un frente común

El dirigente opositor avisa de que "el error estaría en tener múltiples estrategias con múltiples objetivos", un mensaje que también aplica a los movimientos antichavistas, ya que reconoce que estos no siempre han remado en la misma dirección.

El "principal desacierto", en su opinión, ha sido "no haber cohesionado en momentos críticos la unidad", lo que terminó por convertir a la oposición en un "flanco débil" frente a un chavismo que se ha esforzado precisamente por aplacar cualquier atisbo de disidencia interna. Sin embargo, cree que ahora se está "recuperando" esta unidad.

Así, existiría "una vocación unitaria de seguir adelante en la lucha" y "un sector democrático que está vivo", algo que ha querido contraponer con la situación en otros países. "En otras dictaduras, no tienes referentes de los sectores democráticos", apunta.

López reside actualmente en España junto a su familia y su padre es eurodiputado por el PP, pero su meta, como la de "muchos" otros en el "exilio", es volver. "Espero regresar relativamente pronto", confía, anticipando una vuelta tras la que prevé seguir dedicado a la política, pese a las dificultades de los últimos años.

"Yo me dedico a la política, lo hago con pasión, entrega, con mucho idealismo", asegura. Sobre la posibilidad que le tocará asumir llegado el caso, señala que será "la que de las circunstancias", y prefiere no hablar de futuros liderazgos opositores, más allá de recalcar que la oposición debe llegar de nuevo con una candidatura única a futuras elecciones presidenciales.

En el escenario actual, Guaidó sigue siendo el líder, según López, que aplaude el "coraje" de su socio de partido para asumir las riendas. Esgrime que Guaidó tiene una característica "insustituible" que no se da en el caso de otros opositores, como es la "legitimidad" que le concede ser el jefe de la Asamblea Nacional elegida a finales de 2015 y que sirve a día de hoy de "anclaje".

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