Mohamed VI da por amortizado a Pedro Sánchez y queda a la espera de Feijóo

Rabat lleva meses oliendo vientos de cambio en España. Así lo admitían fuentes diplomáticas marroquíes durante la cumbre que Moncloa organizó junto a Marruecos el pasado mes de febrero para escenificar unas paces que han durado menos de un semestre. Ya por entonces, en Marruecos se asumía que todo lo prometido por Sánchez, las inversiones y proyectos, eran promesas de un hombre en campaña que podría salir elegido o no en las generales que se preveían para el mes de diciembre. El adelanto electoral no ha mejorado la situación, sino que la ha precipitado.

La Comisión Europea ha generado tensiones con Marruecos al respaldar el Ejecutivo de la UE la soberanía española sobre Ceuta y Melilla, en respuesta a las quejas presentadas por nuestro país.

Este conflicto surge después de que el Gobierno español expresara su descontento por afirmar el gobierno marroquí que Ceuta y Melilla no eran ciudades españolas.

El Gobierno marroquí defiende esta protesta después de que la autoridad europea Margaritis Schinas se refiriera a Ceuta y Melilla como "españolas". Por ello, el país norafricano exige una "aclaración necesaria sobre el desliz ocurrido".

España ha enviado una nota verbal en la que rechaza «categóricamente» el lenguaje utilizado para referirse a las ciudades españolas en una misiva enviada a Bruselas para criticar las declaraciones sobre la españolidad de ambas ciudades autónomas, realizadas por el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la Promoción del Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas.

Asimismo, desde la diplomacia española aseguran que se ha dejado «muy claro» a Rabat que «las fronteras españolas, incluidas Ceuta y Melilla, están internacionalmente reconocidas».

España ya hizo llegar en octubre una nota verbal al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que recalcó la españolidad de Ceuta y Melilla después de que el Gobierno de Marruecos hubiera puesto en tela de juicio este extremo en una misiva remitida a este mismo organismo. «La soberanía de Ceuta y Melilla es indiscutible», recalcó la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno.

Pero pese a la indignación marroquí, la Comisión Europea no cede y respalda a Schinas, vicepresidente y comisario, en sus declaraciones sobre Ceuta y Melilla.

La portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali, insistió en cuáles son las fronteras exteriores de la UE y recordó que se coopera con Marruecos en temas de migración en buenos términos de sociedad, ayudando a este país africano a luchar contra el tráfico de personas y el control de fronteras.

Este roce llega después de que el Gobierno español reaccionara a las manifestaciones previas del Ejecutivo marroquí sobre Ceuta y Melilla, enviando una nota verbal al país vecino el miércoles, en la que se expresaba el malestar por decir que estas ciudades eran "marroquíes".

Se criticaba el lenguaje empleado por Marruecos en una primera carta que había enviado a Bruselas, que era a su vez una respuesta a las palabras de Schinas.

España recalca a Marruecos que Ceuta y Melilla están reconocidas a nivel internacional como plazas españolas y no tienen discusión.

Ceuta y Melilla

La realidad histórica sobre Ceuta y Melilla siempre está en entredicho pero la manipulación marroquí es habitual.

Para empezar Marruecos no era un todavía un Estado cuando Ceuta y Melilla ya eran españolas, como otras ciuadades del norte de África.

El Reino de Marruecos nació tras independizarse el territorio de Francia y España en 1956. Anteriormente tuvo otras formas, y se considera que se fundó en el año 789 por la dinastía Idrisside.

Ceuta, tras control del Imperio Romano, pasó por distintas manos, siendo controlada desde el siglo VII por visigodos en su etapa de dominación de la Península Ibérica. Invadida después por los árabes que conquistaron lo que ahora conocemos como España, fue tomada por el rey portugués Juan I en el siglo XV. En el siglo VII pasó a control de la monarquía española, en tiempos de Felipe IV. El Tratado de Lisboa entre España y Portugal reconoció la soberanía española sobre Ceuta en 1668.