Bélgica 0-2 Marruecos: Marruecos cuenta en el Mundial

Por fin enseñó la patita Marruecos. Si en el primer partido se quedaron en equipo prometedor, la victoria contra Bélgica ya obliga a darle otro tratamiento. Los marroquíes tienen buenos jugadores. A veces desconectados entre sí, pero capaces de hacer saltar por los aires cualquier partido.

Bélgica mejoró su juego con respecto al primer encuentro. Se decidió a tener la pelota y tratar de proponer, pero le faltó claridad en los últimos metros. Batshuayi, héroe del primer partido, intentó asumir esa responsabilidad, pero sólo fueron un par de fogonazos.

Ni Hazard ni De Bruyne tuvieron el liderazgo que su equipo necesitaba. El del Madrid volvió a jugar sólo una hora. Aunque no le quema el balón, ya no parece el jugador determinante que recordamos. De Bruyne, escondido.

Por su parte, Marruecos demostró que es capaz de sacar un partido adelante aunque esté incómoda. Dejó a los belgas la pelota, pero sin dejar de dar la sensación de poder aparecer en cualquier momento. Ahí, la zurda de Ziyech fue un dolor de cabeza para Courtois. Siempre impidiéndole perder el hilo del partido.

También Boufal puso en problemas al belga, que iba torciendo el gesto con el paso de los minutos. Al final, un balón parado de Sabiri le jugó una mala pasada al portero del Real Madrid. Le cogió desprevenido y se le escurrió. Por todas las que otras veces ha salvado.

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Bob Martínez no logró la reacción que buscaba. Tiró de Lukaku, pero Marruecos se plantó con seriedad atrás y no permitió sustos. Aprovechando las aventuras ofensivas de los belgas, los de Regragui sentenciaron en el descuento. Los africanos lo tienen todo de cara para estar en octavos de final después de 36 años.