“Os habéis convertido en aliados preferentes, y os lo agradecemos”. El mensaje de la Administración Obama a los asesores de Rajoy durante la cumbre de la OTAN en Chicago

Esa frase, escuchada por asesores españoles que acudieron a la Cumbre de socios de la Alianza Atlántica que se celebró en Chicago el pasado fin de semana, “resume perfectamente el ambiente que reinó durante el encuentro”.

Estas fuentes, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital a su regreso a España, confirman que desde el Pentágono se ha valorado muy positivamente la disponibilidad del Gobierno de Rajoy, y también del anterior, a la hora de tratar los temas de Defensa que afectan a ambos países y a toda la Alianza.

Negociación del tratado bilateral

Por la parte española se realizaron ciertas críticas –ya existía malestar- hacia la demora de la firma de las nuevas condiciones del tratado bilateral por el que se regirá la nueva situación de Rota, como base del componente naval del escudo antimisiles.

España envió hace ya meses un nuevo texto de este tratado, modificando ciertas cláusulas para permitir la llegada de 1.100 militares estadounidenses a Rota. Sin embargo, el Gobierno no recibió respuesta hasta del Pentágono hasta el pasado 10 de mayo, cuando Leon Panetta telefoneó a Pedro Morenés y le confirmó que se estaba discutiendo el nuevo texto.

El Gobierno quería Obama y Rajoy cerrasen el acuerdo durante la cumbre de Chicago, pero no ha podido ser. Por lo visto, según las fuentes consultadas, Estados Unidos continúa reacio a modificar el documento que regula la presencia de bases estadounidenses en territorio español. Este fue el único punto de conflicto que se trató en Chicago.

Afganistán, más allá de 2014

Otro de los aspectos que se trataron en los pasillos de la cumbre de Chicago fue la posibilidad de mantener fuerzas militares más allá de 2014, fecha definitiva para la retirada de los países socios de la ISAF. España, según las fuentes consultadas, aún no ha decidido si participará con grupos de operaciones especiales, tal y como se ha contado hace semanas.

Se habló, además, de “minimizar los riesgos” de las actuales misiones de patrulla, dejando los puntos complicados para aquellos batallones del Ejército Nacional Afgano –ANA- que ya operan de manera independiente.

A cambio, los socios planean implementar las tareas de formación del ANA, que según se valoró en la cumbre de Chicago van “muy por detrás de lo esperado”. Hacen falta muchos más militares y los índices de deserción aún se mantienen elevados. Ese es, según el Pentágono, el actual mayor desafío de los socios de la Alianza en Afganistán.