Aumento de la velocidad máxima en autopistas a 140 km/h. La DGT no tiene en su agenda la medida apuntada por el ministro del Interior
Los conductores españoles tendrán que esperar si quieren conducir a 140 km/h. La DGT no tiene proyectado un aumento de la velocidad máxima en autopistas y autovías pese a las declaraciones del ministro del Interior favorables a esta propuesta.
El pasado martes, Jorge Fernández Díaz afirmó, en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso, que la DGT podría ampliar la velocidad máxima en autopistas a 140 km/h. Tras recibir la propuesta del diputado de CIU, Jordi Jané, explicó ante los periodistas su intención de estudiar el aumento de velocidad en autopistas y autovías en 20 km/h (10km/h por encima de la media europea), manteniendo el límite al resto de las vías.
No obstante, según ha sabido El Confidencial Digital, la Dirección General de Tráfico aun no ha elaborado ningún informe que justifique esta posible modificación. Ni siquiera lo tiene en su agenda.
Es más, voces autorizadas del citado organismo aseguran a ECD que “no existe ningún estudio proyectado para los próximos meses”, ya que el cambio de legislación con respecto a la velocidad en las carreteras no es prioritario para el Ejecutivo.
Las mismas fuentes achacan las palabras del ministro a “evitar la negativa, y por tanto la polémica, en un tema muy delicado para los conductores”.
Una vieja reivindicación defendida por el PP
Existen asociaciones automovilísticas como ‘Movimiento 140’, que llevan años defendiendo una ampliación en la velocidad máxima en las carreteras españolas.
Estas reivindicaciones se hicieron más relevantes hace un año, cuando el Gobierno de Zapatero redujo a 110 kilómetros por hora el límite en las autopistas y autovías. Las críticas a este proyecto fueron apoyadas por el PP, entonces en la oposición, que ya entonces dejó caer su intención de modificar dicho tope.
El debate continúa abierto
Existen dos factores polémicos respecto al cambio. Por un lado, la siniestralidad y, por otro, su repercusión en el medioambiente.
Para justificarlo, Fernández Díaz insistió en que este incremento de velocidad “no repercutiría en las cifras de siniestralidad”, y que sólo se aplicaría en el caso en que no aumentase significativamente la emisión de gases invernadero. Como solución, que "la medida más eficaz sería renovar el parque automovilístico".
