El caso de la estatua gigante del Che Guevara instalada en una rotonda de un municipio gallego va a llegar a los tribunales

El alcalde de Oleiros se gastó 180.000 euros de las arcas públicas para construir un busto del Che Guevara que mide más de ocho metros de altura y pesa setenta toneladas. La imagen del líder revolucionario está instalada en una de las principales y más concurridas rotondas del municipio, la rotonda Nirvana.

Todos los miembros de la oposición municipal se pusieron de acuerdo y no apoyaron la construcción de esta estatua, por lo que ninguno acudió a la inauguración de la misma.

El grupo municipal popular, particularmente, ha querido ‘hacer bandera’ de esta protesta y está reuniendo toda la documentación necesaria para presentar una demanda ante los tribunales a lo largo de esta semana.

Tal y como explica Pablo Cobián, portavoz del PP de Oleiros, a El Confidencial Digital, la obra se empezó a construir antes de haber sido adjudicada, por lo que “el alcalde podría haber cometido un delito de prevaricación”. Cobián también denuncia que en numerosas ocasiones solicitaron la paralización de la obras y que “el señor Seoane no les ha dejado votar en el pleno extraordinario que se celebró” para tratar el asunto de la imagen del Che.

No obstante, la disputa no acaba ahí. García Seoane instaló una cámara de vigilancia en una farola cercana a la rotonda para controlar los supuestos actos vandálicos en la zona.

Precisamente, el portavoz del PP afirma que nunca se han producido acciones de sabotaje contra el busto, argumento que el alcalde utilizó para la instalación de la videocámara.

Además, más de 100 vecinos han emitido una queja formal ante la Agencia de Protección de Datos por las imágenes que recogía esa cámara. Un operario ha tenido que desconectar el dispositivo de vigilancia que estaba conectado a la corriente de una vivienda particular, según Cobián.

Anteriormente, el alcalde de Oleiros ya había protagonizado otras polémicas en el municipio. Hace años comercializaba desde su página web camisetas en las que se podía ver a Ariel Sharon en forma de bestia salvaje chorreando sangra por la boca. También se vendían camisetas con un dibujo de un papel higiénico con la bandera de EEUU y encima se podía leer USAme.

Vea a continuación la imagen gigante del Che Guevara instalada en Oleiros y publicada por La Voz de Galicia: