José María Ezpeleta, vocal de la Hermandad de Paracuellos: “La Memoria Histórica es como si dentro de 70 años dijeran que los etarras luchaban por la libertad”
El portavoz de la Hermandad de Mártires de Paracuellos ofrece a El Confidencial Digital sus impresiones sobre lo que actualmente se conoce como la ‘Memoria Histórica’. Este historiador sostiene que detrás de quienes quieren abrir fosas existen motivos económicos.
José María Ezpeleta, vocal de la Hermandad, ha sido piloto aéreo y actualmente se dedica a documentar e investigar minuciosamente lo acontecido en Madrid durante la Guerra Civil española.
Ezpeleta opina que la imagen que existe hoy sobre uno y otro bando dista completamente de la realidad. Considerando que “tanto en uno como otro bando se cometieron barbaridades”, asegura que la actual Memoria Histórica es como si “dentro de 70 años, hubiese quien dijera que los etarras eran personas que luchaba a favor de la libertad y la democracia y la gente se lo creyese”.
Destaca también que tras el origen del proceso de la apertura de fosas comunes de la Guerra Civil, en algunos casos “existe un motivo económico”, de cara a posibles futuras compensaciones económicas.
Sin embargo, se muestra completamente a favor de que cualquier persona quiera saber donde están enterrados sus familiares para proceder a desenterrarlos y darles un lugar de descanso definitivo. “Pero no es todo tan fácil”, comenta este historiador.
“En 1939, con la guerra terminada, se ordenó un edicto para que se desenterraran las fosas en toda España. En los núcleos urbanos grandes, como Madrid y Barcelona sí se hizo. En los pueblos más pequeños no. ¿Por qué? Porque la gente sabía quien estaba en cada sitio, sabían quien los había matado y por qué lo habían hecho. No querían destaparlo. Ahora si quieren pero, ¿tienen en cuenta aquello que decidieron sus antepasados entonces?”, se pregunta Ezpeleta.
“El término Memoria Histórica está mal puesto. No existe una memoria colectiva, sino individual. Además, hay cantidad de personas que vivieron aquello y aún no han muerto. A nosotros no nos molesta, pero a ellos les toca directamente”, afirma Ezpeleta.
Indica que el proceso para sacar a la luz lo ocurrido en aquellos turbulentos años es “una labor de investigadores e historiadores con rigor, no de políticos ni de periodistas, ni siquiera del clero”.
