Fernando Alonso y Lara Álvarez llevaban meses organizando en secreto su boda
El piloto de Fórmula 1 y la periodista habían dado orden de celebrar una ceremonia en Asturias, que debía ser discreta y blindada contra la prensa del corazón
El deportista asturiano y la presentadora de televisión mantenían un romance desde hace un año y cuatro meses que, al parecer, se habría roto en las últimas semanas. Algo inesperado, ya que la pareja ya estaba preparando sus planes para casarse en una ceremonia secreta en Asturias.
Según avanzaba este fin de semana el suplemento La Otra Crónica de El Mundo, Fernando Alonso y Lara Álvarez han decidido poner fin a su noviazgo. Ambos han estado descansando unas semanas en Asturias, pero según informaba el diario de Unidad Editorial no se habían visto durante esos días.
Apenas unos días después, la pareja parecía confirmar los rumores haciendo desaparecer de sus respectivas redes sociales todas las fotografías que habían compartido juntos.
A principios de 2016, la prensa del corazón comenzó a especular con una posible boda de la pareja este año. Se manejaban ubicaciones paradisiacas -y alejadas de los fotógrafos- como Dubái –donde reside oficialmente el piloto- o las Islas Maldivas.
Los representantes de la periodista y del piloto asturiano negaban cualquier tipo de plan relacionado con el matrimonio. Sin embargo, según ha podido saber El Confidencial Digital por parte de fuentes del entorno de la pareja, llevaban algunos meses realizando preparativos para su enlace.
De hecho, a diferencia de lo manejado en un primer momento por la prensa rosa, la boda que estaba preparándose tendría como ubicación un lugar muy reservado de Asturias, la tierra natal de ambos.
Tal y como ha sabido ECD, los detalles de esa boda se mantenían en el más estricto secreto para evitar que se filtrase a la prensa. Algo similar a lo que hizo Fernando Alonso con su primera boda con la cantante Raquel del Rosario en 2006.
Aquel enlace se celebró de forma discreta, sólo con la invitación de los familiares y amigos más cercanos, en una pequeña ermita asturiana alejada de la vista de curiosos.
