Gregorio Peces-Barba monta su propia fundación, con dos hermanos suyos en el patronato y el apoyo económico de un “generosísimo” Emilio Botín

La fundación “tiene como fin principal la investigación, el estudio, la enseñanza, la promoción y difusión de los principios y valores inherentes al Estado de Derecho, la Filosofía del Derecho, los derechos humanos y la democracia como régimen de gobierno”.

En la presentación de la fundación, además de las intervenciones ya citadas de Bono, de la Vega y Botín, se encontraban Carlos Dívar, presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, la ministra Cristina Garmendia y Antonio Camacho, secretario de Estado de Seguridad. También, Alfonso Guerra y el ex presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín. Recuérdese que Peces-Barba fue en su día presidente del Congreso.

Además de dar su nombre a la fundación, Gregorio Peces-Barba ha dado cobijo en el patronato de la misma a sus hermanos Antonio y Francisco Javier. La dotación de la fundación tiene como sustento principal las aportaciones realizadas por el grupo Banco Santander. Según comentarios de José Bono, Peces-Barba ha reconocido que Botín no es que haya sido “generoso” en su patrocinio sino que ha sido “generosísimo”. La fundación, de hecho, ha suscrito con el Santander un Convenio de Colaboración Mutua.

Como presidente de su fundación, Peces-Barba también ha suscrito un Convenio Marco de colaboración académica con el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas, de la Universidad Carlos III. Peces-Barba fue impulsor, fundador y primer rector de dicha Universidad. Diversos nombres del Instituto son también socios fundadores y miembros del patronato de la fundación.

A modo de curiosidad, Emilio Botín desveló en la presentación de la fundación un hecho desconocido: las reuniones a tres bandas que han mantenido a lo largo de los años el banquero, Manuel Fraga y Gregorio Peces-Barba.