La Primera Dama de Miss España 2005, Mireia Verdú, ficha por la cadena barcelonesa del hijo de Luis del Olmo, 25 TV
Mireia Verdú, actual Miss Lleida y Primera Dama de Miss España 2005, comenzará a colaborar, a partir de septiembre, en un magazín de la cadena barcelonesa 25 TV. Así lo han confirmado a El Confidencial Digital personas cercanas a la miss. Verdú se encargará de un espacio de consejos de salud y belleza.
Mireia Verdú, actual Miss Lleida y Primera Dama de Miss España 2005, comenzará a colaborar, a partir de septiembre, en un magazín de la cadena barcelonesa 25 TV. Así lo han confirmado a El Confidencial Digital personas cercanas a la miss. Verdú se encargará de un espacio de consejos de salud y belleza.
Mireia Verdú, de 21 años, saltó a la fama como consecuencia de la polémica suscitada en el certamen de la elección de la guapa oficial, ya que uno de los miembros del jurado, Rocío Madrid, otorgó a la catalana 1 punto en la votación final, algo que llamó bastante la atención de los asistentes, miembros del jurado, público en general y hasta a las propias misses, que veían a la catalana como clara vencedora del concurso.
A partir de este hecho, se desató entre ellas una polémica de celos, novios, ex novios y demás, que terminó con unas declaraciones de Mireia: “todo se ha desmentido, su novio salió con una miss del año pasado y se confundieron conmigo”. Por otra parte, Rocío explicó su versión desde la ventana de “Crónicas Marcianas”.
Ahora, la cadena barcelonesa 25 TV se ha fijado en Mireia y la ha contratado. Esta emisora tiene a Luis del Olmo González –hijo del popular periodista Luis del Olmo- como consejero delegado.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, Verdú está satisfecha con su nuevo futuro en el mundo de la televisión, aunque a ella lo que verdaderamente le gustaría es dedicarse a la moda. Verdú ya tiene experiencia como modelo y ha desfilado incluso en la prestigiosa Pasarela Gaudí.
Sin embargo, la propia Mireia reconoce que su salto a la fama como Miss le cierra las puertas a poder trabajar como maniquí de los grandes diseñadores, a los que no les gusta incluir a jóvenes del mundo de los concursos de belleza para lucir sus colecciones en la pasarela.
