Los riesgos que corre Zapatero por sus reducidas vacaciones. Los psicólogos advierten: la ausencia de descanso provoca crisis de ansiedad, apatía y alteración del sueño
Las cortas vacaciones que ha decidido tomarse el presidente del Gobierno podrían acarrear serías consecuencias. Así lo advierten algunos especialitas que hablan de crisis de ansiedad y estrés.
Zapatero anunció hace una semana que las vacaciones de los altos cargos del Ejecutivo se verían reducidas por la crisis económica actual, entre ellas la suya. El presidente va a limitar su descanso durante este agosto a dos fines de semana “largos”, uno en León y otro en la finca Quintos de Mora, junto a Sonsoles Espinosa y sus hijas. El día 20 los ministros deberán reunirse para el Consejo de Ministros.
Profesionales consultados por El Confidencial Digital advierten de los riesgos que corren personas con altos cargos de responsabilidad, como el presidente del Gobierno, que deciden mantener su ritmo de trabajo durante un largo periodo. Esa situación suele provocar estados de estrés, ansiedad o rechazo al trabajo si no se dispone de un tiempo para descansar.
José Antonio Tamayo, psicólogo de Activa Psicología y Formación en Madrid, diagnostica necesarios períodos de descanso para un buen funcionamiento biológico y psicológico, en labores que demandan gran cantidad de recursos cognitivos o una elevada responsabilidad en la toma de decisiones.
La ausencia de oportunidades para el descanso -explica- desemboca en agotamiento, ansiedad, desconcentración, irritabilidad, problemas del sueño o alteraciones del apetito, llegando a ocasionar enfermedades médicas que precisarían de ayuda profesional.
Tamayo defiende la importancia de respetar la regularidad de los hábitos básicos como las horas de sueño y de comida, y mantener el equilibrio entre todas las actividades a lo largo del día y de la semana. Especialmente con su gran carga de trabajo.
Según Elena Borges, psicóloga clínica, estar en el punto de mira de las personas -como es el caso de Zapatero- puede provocar un estado de ansiedad, estrés y exceso de rutina. Este estado es el caldo de cultivo idóneo para desarrollar, añade, cierto hastío o rechazo al trabajo. Esta reacción puede derivar en apatía, lo que aconseja alejarse por un tiempo razonable de las obligaciones laborales.
La especialista repara en la importancia de las vacaciones como un periodo destinado a disfrutar y retomar la energía perdida por la rutina laboral.
El Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, Antonio Cano, determina que en casos como la ausencia de descanso el sujeto puede llegar a adoptar una postura apática en la realización de sus tareas. “El sujeto piensa que si se acaba el mundo no es culpa suya”.
Alternar momentos de asueto como el ejercicio físico o relaciones familiares dentro de la rutina, puede evitar problemas psicológicos como los expuestos, añaden los especialistas.
