El detallado informe sobre los fallos de la central nuclear de Ascó que alarmaron a los diputados: vea un resumen

Las explicaciones sobre el estado de la Central de Ascó I que proporcionó la directora del Consejo de Seguridad Nuclear en su comparecencia de junio suscitaron suspicacias y alarma entre varios de los Diputados presentes.

El pasado 11 de junio la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Carmen Matínez Ten, compareció a petición propia en el Congreso de los Diputados para informar sobre el incidente de Ascó I, notificado el 4 de abril de este año.

Algunos de los detalles de su discurso alarmaron a varios de los presentes aquel día en la Cámara Baja, según ha podido saber El Confidencial Digital.

Tanto el lenguaje de algunos pasajes de la comparecencia, como el material gráfico que se repartió entre los participantes dejaron ver “algunos fallos de importancia que apenas han transcendido a la opinión pública”.  

Se refieren de este modo a varios párrafos sucesivos que se desdicen, o que ofrecen demasiada información contenida en poco espacio y con expresiones muy técnicas Aluden al desconocimiento y falta de medidas disponibles para contener imprevistos como el acaecido en la central nuclear de Ascó el pasado 26 de noviembre de 2007.

Así, mientras Martínez Ten reitera “que en ningún momento se ha producido impacto radiológico en las personas y el medio ambiente”, reconoce que el control radiológico de las personas estaba previsto inicialmente para 800 personas y se amplió a más de 2.600 personas –véalo aquí.

Entre los examinados, todas las personas de plantilla y de contratas habituales de la central, otros trabajadores que accedieron en los meses posteriores al recinto y algunos de los que visitaron el emplazamiento, “en especial las visitas de centros escolares”.

Tras concluir con las explicaciones sobre cómo se han analizado los posibles afectados, la responsable del CSN, advierte de que “la estimación obtenida de los riesgos potenciales... indica que el suceso podría haber dado lugar a una dosis al individuo superior al límite reglamentario para miembros del público”.

No obstante, apenas unas líneas más abajo, concluye asegurando que “con los datos disponibles, no se ha obtenido evidencia de que ninguna persona del público ni del colectivo de trabajadores haya sufrido exposición indebida a radiaciones, dentro o fuera del emplazamiento de la central”.

Apunta además que “el titular de la central no mantuvo la capacidad necesaria para garantizar el cumplimiento de los límites de dosis aplicables al público”.

 

A continuación, Martínez Ten aprecia un conjunto de fallos que “a pesar de su aparente diversidad apuntan a serias deficiencias estructurales”, a saber:

-- Falta de comunicación interna: “que se evidencia en la ausencia de ciertas anotaciones en registros oficiales”, así como por no incluir en las discusiones sobre este tema de los miembros de los comités de dirección y de seguridad nuclear.

-- Anomalías en el área de formación que han propiciado “la negligente caracterización y valoración de la contaminación en los sistemas de ventilación e ignorar anomalías que en condiciones normales no son significativas pero que conociendo la contaminación del sistema de ventilación eran indicios de peso”.

-- Deficiencias en la transparencia y comunicación con el CSN. Entre las más flagrantes, “no notificar incidentes que claramente lo requerían, dando prioridad a evitar la emisión de sucesos notificables” al CSN, “sin atender adecuadamente a que las maniobras se realizaran correctamente y haciendo interpretaciones formalistas y no adecuadas al fondo de la norma”.

Quienes han tenido acceso a este informe destacan además algunas de las fotografías aportadas como anexo de la comparecencia y que “cuanto menos, llaman la atención”. Vea a continuación algunas de esas imágenes:

Por último, cabe destacar el continuado intento de los artífices de este texto por matizar cada información: “Por lo que respecta a la detección del vertido de entrada, se puede afirmar que el sistema de control de vertidos radiactivos de la central no estaba diseñado para este caso. A cambio hay que decir que este tipo de situaciones son fácilmente evitables con las previsiones de diseño y con adecuados procedimientos de trabajo”.

La comparecencia de la directora del CSN concluye de la siguiente forma: “En definitiva el suceso nos pone en presencia de un fenómeno atípico: la dispersión de partículas activas cuyo número y tamaño dificultan su detección porque los sistemas de la central están diseñados para otro tipo de posibles emisiones de más entidad y riesgo. La información disponible a nivel mundial sobre emisión de partículas activas en centrales nucleares se reduce a 2 una en una central estadounidense y otra en una suiza. En conclusión, la naturaleza de este incidente es una ventana de emisiones radiactivas de menor entidad pero en modo alguno despreciable y que se debía de haber controlado”.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato