Un “desplante” público que le hicieron los jugadores brasileños marcó el principio del fin de Florentino Pérez

Según le cuentan a El Confidencial Digital, todo comenzó con el famoso sistema de celebrar los goles que empezaron a practicar los futbolistas venidos de Brasil, algo que resultó chocante, enfadó a los equipos rivales, y sobre todo no cayó bien en la afición y en la opinión pública, que lo consideraron inadecuado y hasta ridículo. A la vista de las reacciones en contra, el presidente blanco decidió poner orden. Se reunió con los brasileños y les dio instrucciones para que dejaran de practicar esos bailes en el campo. En el partido siguiente, y a pesar de las instrucciones recibidas, los futbolistas no le hicieron el menor caso. Antes al contrario, volvieron a las celebraciones y bailes. El asunto corrió como la pólvora en el club, en la directiva y dentro del vestuario, y Florentino Pérez quedó a partir de ese momento desautorizado y sin capacidad de mando en el club. De ahí a la dimisión sólo faltaba un paso.